Guion: Christopher Jolley y Steven M. Smith
Año: 2019
Sinopsis: Un exitoso escritor se va a una recluida cabaña para trabajar con su próximo libro. Una vez allí, recibe un extraño paquete conteniendo un juguete del tamaño de un niño. Acto seguido, comienzan a pasar cosas extrañas en la cabaña que parecen estar ligadas a la presencia del juguete.
Los juguetes asesinos se han convertido en un tema bastante explorado en el cine de horror. La inocencia que representan contrasta con sus malvadas intenciones y el estar asociado a niños provee un excelente medio para crear situaciones inquietantes. Este tema fue popularizado por Chucky en “Child’s Play” y la saga que tuvo paso desde ese entonces, seguido por películas como “Dead Silence”, “Robert” o la trilogía de “Annabelle”. Justo este año hemos tenido dos notorias entradas a este subgénero con “Child’s Play (2019)” y “Annabelle Comes Home”. El cine de horror independiente también se ha aventurado con los juguetes, como es el caso de “Doll Cemetery”.
En “Doll Cemetery” seguimos a Brendan, un talentoso escritor que se encuentra pasando por un momento de bloqueo mental mientras intenta escribir su próximo libro. Su agente lo presiona constantemente para que termine el libro, hasta que consigue que se vaya a una recluida cabaña lejos de la civilización para que pueda concentrarse y trabajar. Una vez en la cabaña, Brendan recibe un paquete que contiene un extraño juguete del tamaño de un niño. Muchas cosas extrañas comienzan a tener lugar en la cabaña y Brendan cree que están asociadas al juguete.

El guion escrito por Christopher Jolley (“Remember Me”) y Steven M. Smith (“Haunted”), este último quien también dirige la película, no presenta una historia sumamente novedosa, pero si una entretenida. La trama se maneja con buen ritmo y siempre hay cosas pasando que mantienen la atención el espectador. Los actores en general tienen la intención de transmitir las emociones que invita la historia, pero algunos no tienen mucha fortuna en lograrlo. Al menos el protagonista Jon-Paul Gates (“The Haunting of Borley Rectory”), quien es el que más tiempo pasa en pantalla hace un trabajo lo suficientemente bueno como para que la historia mantenga su ritmo.

“Doll Cemetery” logra tomar un ajustadísimo prespuesto y utilizarlo de forma que el producto final parece producido con cuatro veces su presupuesto. Aun así, no logra escapar de los problemas que acompañan a la mayoría de las producciones de micro presupuestos. En este caso se manifiestan en la edición y algunas actuaciones, ambos siento tan evidentes que afectan sustancialmente al producto final. “Doll Cemetery” no es una mala película, pero tampoco propone nada demasiado novedoso y lo que presenta queda demasiado afectado por sus limitaciones.
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