Reseña: Bad Hair

Director: Justin Simien

Guion: Justin Simien

Año: 2020

El pelo ha sido por mucho tiempo un símbolo de belleza y estatus social. En tiempos recientes se ha promovido un cambio de las ideologías irrealistas y superficiales que promueven en el mundo de la moda, el modelaje y otras industrias de belleza, pero los estereotipos y el trato desigual sigue presente. Este fenómeno se acentúa en comunidades marginadas, las cuales ya de por si sufren de ser minimizadas, y encima tienen que luchar con los estándares de belleza para poder tener un trato al menos digno.

Anna (Elle Lorraine; “Insecure”) es una joven afroamericana con ganas de prosperar en el canal de televisión donde trabaja. Para poder encajar con la nueva filosofía del canal, Anna decide cambiar su imagen, lo que incluye tejerse pelo postizo. Su nuevo estilo conlleva un alto costo, ya que no solo debe mantener su imagen, sino que su nuevo pelo parece tener mente propia.

El director y escritor Justin Simien (“Dear White People”) busca llevar un mensaje claro con “Bad Hair”. Por una parte,  muestra cómo las comunidades marginadas, en este caso la comunidad afroamericana en Estados Unidos, muchas veces se ven obligados a disfrazar su identidad detrás de la ropa y los peinados que les permitan cumplir con los estándares de belleza de la sociedad y así poder tener oportunidades. Por otra parte, presenta lo que muchas personas están dispuestas a hacer por fama y reconocimiento y las consecuencias que esto puede tener. 

Simien extrapola las consecuencias negativas hacia el ámbito del horror, donde entrelaza la vanidad y la belleza con lo sobrenatural. Su principal fortaleza radica en la revelación de por qué el pelo actúa como si tuviera mente propia, la cual llega de forma completamente inesperada e impredecible. También cuenta buenos visuales cuando se adentra en el horror, pero que no logra aprovechar a plenitud.

Uno de sus problemas es que no sabe definir si quiere ser una película de horror o una comedia de horror, y más bien se mantienen en una zona ambigua entre ambas. Esto causa que nunca logre generar un tono definido y que los repentinos cambios entre ambos se sientan sosos y fuera de lugar, especialmente en la comedia. Los efectos especiales también sufren de ser inconsistentes, con algunos excelentes y otros vergonzosos, y se siente como que en algunos se quería tirar del horror puro y en otros del horror absurdo, pero que nunca se decidió por uno.

“Bad Hair” en general es una película entretenida y con un buen giro en su historia. La crítica social sobre lo que la gente está dispuesta a hacer para cumplir con los estándares de belleza impuestos por la sociedad y el trato desigual a las comunidades marginadas se trabaja de forma excelente y sirve como complemento a la historia de horror que le acompaña. Sin embargo, la inconsistencia en el género que quiere abarcar y de los efectos visuales son una distracción mayor que afecta su calidad.