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sábado, 1 de febrero de 2020

Reseña: Deadcon


Director: Caryn Waechter 
Guion: Scotty Landes
Año: 2020

Las redes sociales se han incorporado a nuestras vidas de forma abrupta, sobre todo en la vida de los jóvenes, muchos de los que se desarrollan con la influencia de estos medios de comunicación. Para algunos, las redes sociales se han convertido en un estilo de vida y hasta en su fuente principal de trabajo. El género del horror no está exento de la influencia de la tecnología y las redes sociales y títulos como “Appariation”, “Countdown”, “A.M.I.” y ahora la nueva adición al catálogo de películas de horror de Netflix “Deadcon” utilizan esta influencia como la base en las que fundamentar su trama.

Un grupo de influencers de redes sociales se encuentra en una convención la cuales todos documentan en las diversas plataformas en las que se manejan. Todos se quedan en el mismo hotel donde tiene lugar la convención donde uno de los cuartos guarda un oscuro secreto. Aparte de sus problemas personales y la presión de mantener una imagen en las redes sociales, estos influencers ahora son acosados por una misteriosa presencia en el hotel.


“Deadcon” llegó a Netflix sin hacer mucho ruido y en una época donde no es común añadir películas de horror, lo que no es una buena señal y solo basta el ejemplo de otras películas con el mismo patrón como “Mercy Black” para saber por qué. Con esto ya jugándole en contra, “Deadcon” confirma la sospecha con solo ver los primeros minutos de duración. Encima adopta la estrategia de los jump scares baratos, una mala decisión de la directora Caryn Waechter (“The Sisterhood of Night”) que empeora la ya mala calidad de la película.

Una vez la película arranca y conocemos a los protagonistas se puede ver el tipo de idea que persigue el guion de Scotty Landes (“Ma”). Los influences que protagonizan esta película, bien interpretados por Lauren Elizabeth (“Bad Night”), Claudia Sulewski (“A Christmas Carol + Zombies”), Keith Machekanyaga (“Timeless”) y Lukas Gage (“Midnight Kiss”) son tan irreales y tontos como son insufribles y más que simpatizar con ellos hacen que solo queramos ver el momento en el que mueren. De hecho, ni siquiera esto es satisfactorio, ya que las muertes son cuanto menos decepcionantes y algunas cuentan con el horrible CGI que acompañan a algunas escenas. 


La historia parece intentar hacer algunas referencias a los tiempos modernos donde siempre se está vigilado, anticipado por George Orwell en su novela “1984”, al igual que comentarios sobre el uso compulsivo de las redes sociales, pero su trama es tan poco intrigante que resulta toda una tarea el entender estas referencias. De igual forma toma inspiración en otras películas muy superiores sobre cuartos de hoteles embrujados como “1408” que no le ayudan de mucho. Sin embargo, esta inspiración que busca en trabajos prominentes no se reflejan en lo absoluto en el producto final, solo soltando algunas detalladas como para sospechar de dónde vienen y poco más.

“Deadcon” falla en casi todo lo que se propone, comenzando por la desarticulada historia y los detestables personajes y terminando por lo más básico del cine de horror que es dar miedo. Nada en la trama capta el interés del espectador, impresionante viniendo del mismo guionista que escribió “Ma”, que sin ser un gran guion, es sustancialmente superior a este. Otra decepcionante adición al catálogo de horror de Netflix que seguramente pasará desapercibida por muchos y quizás es lo mejor que puede pasar.





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