Director: Lawrence Fowler
Guion: Lawrence Fowler
Año: 2020
El avance de “The Jack in the Box” lleva rondando el internet desde hace bastante tiempo, pero no es hasta ahora que finalmente se estrena. Desde que vi el avance de esta película me llamó mucho la atención por el interesante concepto que trae, pero por alguna razón se estrenó sin hacer mucho ruido y pasando por debajo del radar de muchos y esto nunca es un buen augurio para una película.
Una extraña caja de sorpresas es descubierta bajo tierra y donada a un museo. Casey, un empleado del museo, queda fascinado por la caja de sorpresas hasta que comienza a sospechar que el payaso en la caja tiene vida propia y planes malévolos. Sus compañeros de trabajo comienzan a desaparecer uno a uno y Casey está convencido de que estas desapariciones tienen que ver con la misteriosa caja de sorpresas.
La escena inicial de “The Jack In The Box” es efectiva en proveer la información necesaria sobre la entidad que vive en la caja de sorpresas de forma visual, pero también en exponer sus limitaciones. Una de las más importantes limitaciones es que los ataques del payaso que vive en la caja ocurren fuera de la pantalla, lo que hizo que mis expectativas sobre la película cayeran significativamente. Seguramente esta es una limitación de presupuesto, pero una que afecta de gran manera el elemento de horror en esta película.
Un problema aún peor es el guion del también director Lawrence Fowler ("Curse of the Witch’s Doll"), que en su segundo largometraje trabaja una historia lineal y simple, la cual trata de hacer más profunda con demasiada exposición e información de trasfondo sobre los protagonistas que guarda poca relación con la trama. Esto hace que el ritmo en el que se desarrolla la trama sea demasiado lento y que reluzcan las carencias en las actuaciones de los protagonistas Ethan Taylor (“Blood and Bones”) y Lucy-Jane Quinlan (“Tucked”).
Lo que mantiene al espectador interesado en la historia es el concepto original y el diseño del payaso. Payasos terroríficos vemos cientos al año y su popularidad continúa intacta, pero el payaso que realmente es un demonio en “The Jack In The Box” es uno de los más impresionantes y efectivos. Su historia de trasfondo y sus reglas son interesantes, pero la falta de gore y el tener poco tiempo en pantalla, contrastado con las largas escenas de diálogos innecesarios, hacen que su potencial quede desaprovechado.
“The Jack In The Box” trae un concepto original interesante y un payaso/demonio terrorífico, pero la ejecución de la película no saca provecho de sus virtudes. El payaso tiene poco tiempo en pantalla y en general no hay muchos momentos de horror y en vez se presentan interminables escenas de diálogos de trasfondo de los personajes principales que tratan de entrar en la parte emocional del espectador, pero solo logran que se vuelva aburrida. Las pocas escenas en las que aparece el payaso dejan al espectador deseando que hubiese tenido más presencia, más gore y menos de ese CGI horrible.
me gusta el comcepto
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