Reseña: Crepitus

Director: Haynze Whitmore

Guion: Eddie Renner y Sarah Renner

Año: 2019

Los payasos son espeluznantes y no hay forma de evadir esto. Este sentimiento se ha hecho más presente luego del caso del asesino en serie John Wayne Gacy, quien se disfrazaba como payaso para atacar a sus víctimas en la ciudad de Chicago en los Estados Unidos y recientemente con la llamada epidemia de los payasos, donde personas se vestían de estos personajes para causar miedo y cometer fechorías también en los Estados Unidos. El cine de horror ha hecho buen uso de estos personajes, el más famoso siendo Pennywise en “It” y el más sangriento Art en “Terrifier”, pero en esta ocasión tenemos a la leyenda del cine del horror Bill Moseley interpretando a uno. 

En “Crepitus” Elizabeth y su hermana menor Sam se mudan junto a su abusiva madre a la casa recién heredada de su abuelo. No pasa mucho tiempo para que comiencen a ocurrir cosas extrañas en la casa que son más espeluznantes que el abuso constante que reciben de su alcohólica y trastornada madre. En esta casa habita algo peor, el caníbal payaso conocido como Crepitus.

La trama de esta película se basa alrededor del personaje de Crepitus, su identidad y su objetivo. Mientras conocemos más detalles sobre el payaso, este promete ser uno oscuro y perverso, pero ni el personaje ni la trama llega a ser lo suficientemente inquietantes. Cada vez que este personaje aparece en pantalla, su participación queda deslucida y cada vez que la trama sugiere algo oscuro e inquietante termina por resolverlo de forma aburrida y predecible.

El personaje de Crepitus es interpretado por la leyenda Bill Moseley (“Texas Chainsaw Massacre 2”, “Boar”, “The Church”, “Shed of the Dead”), quien, como es usual, hace un excelente trabajo. Sin embargo, no tiene mucho con lo que trabajar ya que el guion de Eddie Renner y Sarah Renner presenta un villano que crea altas expectativa, pero que luego queda lejos de satisfacerlas. Sobre esto, Crepitus habla en rimas, lo que de inicio es genial, pero es sobre utilizado y rápidamente se vuelve cansino.

Las actuaciones, aparte de la de Moseley, no son la parte fuerte de esta película. La mayor parte de la película seguimos a las hermanas, interpretadas por Caitlin Williams y Chalet Lizette Brannan, la primera en su primer trabajo como actriz y la segunda con una extensa lista de participaciones, pero ninguna logra ser convincente en sus interpretaciones. Parte de la culpa recae en el guion, que les provee diálogos que llegan a ser frustrantemente malos y situaciones un tanto absurdas.

En lo que “Crepitus” si sobresale es en el diseño inquietante de la casa y en el aspecto espeluznante del payaso. La casa siempre da una sensación de inquietud y peligro inminente y solo en el cuarto de las hermanas se siente algo más seguro, aunque realmente no lo sea. Cuando el payaso hace su primera aparición queda claro que su apariencia es terrorífica por la buena elección en la vestimenta y maquillaje, los cuales son reforzados por una gran actuación de un hombre que disfruta interpretar personajes excéntricos.

“Crepitus” es una de esas películas que tenía todo para triunfar en la idea, pero que falla en la ejecución. Su mayor problema es que siempre se queda corta de llegar al nivel que promete, sobre todo en las acciones del payaso, que se quedan todas en las rimas que canta y cuando ya estás a punto de darte por vencido con esta película llega el extraño final para acelerar esta reacción.  Es una pena que esta película falle en tantos aspectos, ya que pudo haber sido una gran película de horror con las ideas que trae, su atmósfera y la apariencia de su villano.

Crepitus es distribuida por Indican Pictures y estará disponible en algunas salas de cine el 1 de noviembre y en plataformas digitales el 13 de diciembre de 2019. Para más información sobre Crepitus, visite su página web.