Reseña: Devil's Acid

Director: Garrett Kruithof

Guion: Eric Gibson, Finch Nissen y Garrett Kruithof

Año: 2019

"¡Es el ácido, estúpido!"

De vez en cuando me topo con el tipo de películas que se me hace difícil comenzar a reseñar. A veces la razón es su pobre calidad, otras porque no estoy seguro de que acabo de ver y otras por ambas. Si el comienzo de esta reseña no te parece muy alentador, has captado el mensaje correcto.

En "Devil's Acid" un padre cuenta a sus hijos un cuento sobre un hombre excéntrico y su idea de pasar una noche en una cárcel abandonada con un grupo de personas. Al entrar a la prisión todos consumen una droga conocida como ácido del diablo, un potente alucinógeno. Luego de esto comienzan a tener problemas diferenciando si lo que ocurre a su alrededor es real o efecto de la droga.

Si el propósito del director Garrett Kruithof y los guionistas Eric Gibson, Finch Nissen y Garrett Kruithof era simular los efectos del ácido en su historia, lograron su cometido. Al igual que los efectos del alucinógeno, esta película no hace ningún sentido y es difícil entender su trama y hacia dónde se dirige. La trama tiene problemas hasta para definir su género, que nunca queda claro si es horror, suspenso o comedia, pero fallando en todos estos campos.

La historia presenta un conjunto de personajes detestables, comenzando por el protagonista, Johnny, quien tiene las peores cualidades en su personalidad que alguien puede tener, siendo la misoginia y el racismo los más evidentes. El resto de los personajes se olvidan rápidamente y no hay nada meritorio para mencionar. Las actuaciones dejan mucho que desear y ninguna ayuda a hacer la trama más interesante. 

Para no extender innecesariamente esta reseña, "Devil's Acid" se puede resumir como una película cuya trama nunca logra ser interesante ni decidir en qué género se quiere desarrollar. Lo que si hace bien es que su trama y personajes se asemejen a los efectos alucinógenos del ácido: incoherentes y absurdos. Es de esas películas que pueden ser definitivas para enterrar las carreras de las personas envueltas en ella.