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miércoles, 14 de octubre de 2020

Reseña: The Witch

Director: Rogert Eggers

Guion: Rogert Eggers

Año: 2015


En un espacio de cuatro años y de forma casi consecutiva, los fanáticos del horror fuimos obsequiados con tres directores debutantes que hicieron vibrar los cimientos del cine de horror contemporáneo. Ari Aster (“Hereditary”, “Midsommar”), Jordan Peele (“Get Out”, “Us”) y Robert Eggers (“The Lighthouse”) son estos directores, este último el que compete a este escrito.


"The Witch" comienza con el juicio de William (Ralph Ineson; “Guardians of the Galaxy”), cuyo orgullo y prepotencia lo ha puesto en esa situación y que lo lleva a ser expulsado de la comunidad de peregrinos en la que habitaba. Junto con su familia tienen que partir y buscar un nuevo lugar para vivir, el cual encuentra en las orillas de un bosque. La vida de William y su familia se ve alterada por este cambio, porque ahora deben valerse por sí mismos sin la ayuda de la comunidad y porque el bosque esconde oscuros secretos.



Luego de ser expulsados de la comunidad, la atención de la trama se centra en Thomasin (Anya Taylor-Joy; “Split”), la hija mayor del matrimonio que se adentra en la adolescecia. Pronto descubrimos que Thomasin es una joven temerosa de Dios y cohibida en sus acciones. Al igual que el orgullo de William, el director Rogert Eggers hace un excelente trabajo en desmenuzar los personajes y enfatizar en las características importantes en la trama.


La historia comienza a tomar forma cuando Thomasin se encuentra jugando con su hermano menor recién nacido y este inexplicablemente desaparece sin dejar rastros. Como espectadores somos testigos del espeluznante desenlace del bebé, que establece la presencia de un ser con capacidades sobrenaturales: una bruja. En el cine de horror las brujas se han utilizado de forma constante como un símbolo de libertinaje y liberación femenina, algo que contrasta completamente con la personalidad de Thomasin y que juega un papel crucial en el desarrollo de la trama.


Algo que ha distinguido al director Eggers en sus hasta ahora dos largometrajes, es el crear tramas complejas y cargadas, acompañadas por una imponente atmósfera. La atención a los detalles es otra de sus características, evidenciada en esta película con la hermosa cinematografía y el haberla construido en su totalidad utilizando el inglés de esa época, el cual requiere verla con subtítulos. La atención a los detalles y todas las pequeñas pistas esparcidas a través de la película le dan un gran valor para volver a verla, ofreciendo una experiencia distinta a la primera vez.



Otro tema central de la película es la adolescencia y los cambios y curiosidades que vienen en esa etapa de la vida. Esto lo vemos tanto desde la perspectiva de Thomasin como la de su hermano Caleb (Harvey Scrimshaw; “The Devil Outside”). En el caso de Thomasin se trabaja más en cómo se ve afectada por las decisiones y el trato de sus padres, lo que crea en ella una rebeldía que teme expresar por la creencia cristiana que se le fue inculcada, pero que poco a poco aflora y que se vuelve un punto fundamental en la trama. En el caso de Caleb se ejemplifica más el lado del despertar sexual, igualmente reprimido por sus creencias y valores. Interesantemente, ambos hermanos encuentran la satisfacción a sus curiosidades y necesidades en un marco completamente opuesto al que les inculcaron.


“The Witch” sencillamente es una de las mejores películas de horror de la pasada década y figura en mi lista de las mejores películas de horror de todos los tiempos. El tema, los personajes, la atmósfera, los visuales, simplemente todo en esta película es fascinante, y esto sin mencionar el explosivo e inesperado final que nunca falla en darme escalofríos. No es exagerado decir que “The Witch” es de esas películas que rozan la perfección.





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