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martes, 19 de mayo de 2020

Reseña: Dark Roads 79


Director: Chase Smith
Guion: Chase Smith y Richard Krevolin
Año: 2020

"Dark Roads 79" utiliza la leyenda que ha rondado el mundo del entretenimiento y de la música en particular, donde se habla de artistas que vendieron su alma por fama y éxito. Quizás el más notorio de estos casos es el de Robert Johnson, quien se comenta luego de desaparecer por un tiempo, regresó con una impresionante habilidad en la guitarra que llevó a muchos a pensar que vendió su alma por esta habilidad y que esta transacción fue la responsable de que perdiera la vida aún muy joven.

En el año 1979, una banda sureña de rock se encuentra en un momento difícil, luego de que su éxito poco a poco se desvanece. Con la intención de trabajar en nueva música que los lleve de nuevo a la fama, la banda conocida como Dark Roads se va a una recluida cabaña. Allí se enteran de la razón por la que llegaron a la fama y esta revelación resulta en una noche de violencia y locura. 


Como es de esperar de una película basada en una banda de rock, la música es estupenda y se presenta con buena calidad de sonido. Sin embargo, esta calidad de sonido no se extiende al sonido de los diálogos y otros efectos de la película. Esta diferencia es más notable cuando se pasa de un montaje sobre alguna de las canciones a una escena de exposición o cuando algún personaje grita y el micrófono se satura, comprometiendo la claridad del sonido. También resaltan los sonidos de tormenta en el desenlace que no tienen ningún sentido.

Las actuaciones en general del elenco protagonizado por David A. Flannery (“Detroit”), April Bogenschutz (“Penance Lane”) y Chase Smith (“Creature Feature”), este último quien también dirige y coescribe la película junto a Richard Krevolin (“Attachments”), son buenas y solo desentonan en las escenas donde se presenta a la banda completa o algún integrante con su respectivo instrumento. Estas escenas resultan hasta difíciles de ver por cuan claro como algunos no tienen ni idea de cómo funciona el instrumento y por el poco esfuerzo que se le dedicó a que al menos se vean realistas. Bill Moseley ("Boar"; “Crepitus”) hace una aparición en donde, como es usual, hace un gran trabajo, pero su personaje no sirve de mucho en la película. Eddie George ("The Game Plan") también tiene una aparición especial interpretando al legendario Robert Johnson de forma decepcionante y es impresionante que un actor de su categoría no estudiara los manierismos de su personaje en la guitarra, donde el instrumento es el foco de su fama y leyenda.


"Dark Roads 79" tiene un tiempo de duración de 94 minutos que fácilmente se pudo haber reducido a 60 minutos. Muchas escenas se extienden demasiado sin aportar nada a la trama y el acortar muchas de estas escenas pudo haber terminado en un producto mucho más conciso y con mejor tensión. Algunas de estas escenas tienen el propósito de aprovechar la composición musical que, sin duda alguna, es su mayor fortaleza, pero otras escenas ni siquiera cumplen con esto.

"Dark Roads 79" basa su historia en rumores de como artistas vendieron su alma por fama y éxito. A los que les guste el rock sin dudas disfrutarán de su música, que es lo mejor de la película, pero irónicamente el sonido no está dentro de sus mejores atributos. Los eventos claves de la historia son lo suficientemente buenos como para mantener al espectador interesado en que va a pasar, pero el tiempo que toma llegar a cada uno resulta todo un desafío. 

Terror Films hará disponible Dark Roads 79 a finales de mayo 2020 en plataformas digitales.




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