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lunes, 21 de octubre de 2019

Reseña: Let The Right One In

Director: Tomas Alfredson
Guion: John Ajvide Lindqvist
Año: 2008

“Let The Right One In”, título original “Låt Den Rätte Komma In”, cautivó a los seguidores del cine de horror en el 2008 para, más que una película de culto, convertirse en un clásico contemporáneo. Aunque generó detractores, fueron muchos más los que disfrutaron de su estilo frío y sutil de presentar una historia de vampiros entrelazada con la inocencia infantil y los cambios de la adolescencia. Esta película está basada en la novela de igual título de John Ajvide Lindqvist, quien también escribe el guion, la cual no he leído, así que evitaré hacer comparaciones para no decir nada absurdo.

En “Let The Right One In” presenciamos la extraña relación entre Oskar (Kåre Hedebrant) y Eli (Lina Leandersson), el primero un niño entrando en su adolescencia y la última, una niña vampira que lleva mucho tiempo viviendo en esta edad. Eli se muda al mismo complejo de apartamentos donde vive Oskar, un niño tímido víctima de acoso, con el que comienza a desarrollar una amistad. Mientras el hambre de Eli se sale de control, su amistad se vuelve cada vez más fuerte y el secreto de quien ella realmente es peligra ser descubierto.

Si hay algo que caracterice a esta película, aparte de la gran cantidad de nieve, es su sutileza. La forma en que se narra la historia solo presenta algunas cosas y deja que el espectador sea quien llegue a sus propias conclusiones. De inicio esto puede parecer como problemas de un guion mal escrito, pero luego ves que es intencionado y hace que el espectador tenga una experiencia nueva cada vez que vea la película. La violencia es otro aspecto que se trabaja con elegancia y sutileza, mostrando solo lo necesario para entender lo que sucede, pero sin dejar de ser visualmente impactante. 

Ser diferente e incomprendido por la sociedad es algo que tanto Oskar como Eli tienen en común y es su soledad y diferencia donde encuentran apoyo uno en el otro. Por una parte, Oskar no logra conectar con su madre ni con sus compañeros en la escuela, y mientras si lo logra con su padre, este parece poner otras relaciones por encima de él. Por otro lado, Eli debe mantenerse oculta para no exponer su naturaleza y poderse alimentar, por lo que socializar con mortales que pueden ser su alimento no es su mejor opción. Bajo estas circunstancias logran entenderse sin tener que exponer el detalle de sus condiciones y ambos se ayudan para sobreponerse a esos problemas.

Mientras su amistad se desarrolla, Oskar comienza a conocer más sobre la naturaleza de Eli y tanto ella como el director Tomas Alfredson (“The Snowman”) llevan a su máxima expresión el concepto de mostrar y no decir. Cada vez que Oskar le cuestiona sobre algo que tenga que ver con su condición de vampira esta decide mostrarle en vez de decirle y lo mismo hace el director. En vez de tener una narrativa cargada de diálogo, muchas situaciones y emociones son mostradas y no se dedica diálogo a explicarlo. Un ejemplo de esto es cuando el padre de Oskar cambia su atención de su hijo a un amigo que los visita; una escena visualmente cargada con insinuaciones sobre quien puede ser esta persona y las emociones de Oskar en este evento, pero con muy poco diálogo. Esto también se emplea para explorar temas sobre la sexualidad y la adolescencia, evitando ser demasiado controversial.

Otro elemento que predomina es la ambigüedad. Si Oskar y Eli están enamorados o simplemente encuentran en el otro un complemento para sus limitaciones nunca queda explícito. Una posible lectura de su relación basado en algunos eventos en la película es que Oskar solo siente una atracción primitiva por Eli, lo cual ella logra con su naturaleza como vampira, y que Eli solo lo ve como un familiar que puede servir como una ayuda a sus limitaciones, como caminar en la luz del día. Esta idea se refuerza al notar que en esta historia se respetan las características de los vampiros clásicos, como su vulnerabilidad por la luz solar, el poder convertirse en murciélagos y el no poder entrar a un lugar sin ser invitado. 

“Let The Right One In” es una hermosamente filmada película de vampiros que hace de la elegancia y sutileza su carta de presentación. Todo lo que se presenta en esta película se hace de forma que el espectador tiene que activamente trabajar en interpretarlo, porque muy poco se dice de forma directa. Esto permite entrar en temas más profundos sin perder demasiado tiempo en explicaciones, logrando una historia densa y cautivadora en la cual se le pueden dar interpretaciones distintas en diferentes vistas. Esto ha logrado que sea catalogada por muchos como la mejor película de vampiros de los últimos tiempos, pero no logra superar a otros títulos como “Interview With The Vampire”.





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