“Eli” es otra película de horror que hace su entrada a Netflix durante esta temporada de Halloween, el periodo perfecto para incluir películas de horror en cualquier librería digital. Al igual que con “La Influencia”, “Eli” no hizo mucho ruido antes de llegar a la plataforma digital y tomó a muchos usuarios de esta por sorpresa una vez comenzó a promocionarse. A diferencia de “La Influencia” y para nuestra buena suerte, esta si es una grata sorpresa.
Eli es un niño que ha desarrollado una extraña enfermedad; un tipo de inmunodeficiencia que le impide estar en el exterior. Con la intención de darle una mejor calidad de vida, sus padres buscan una cura a su condición, lo que los lleva hasta donde la Dra. Horn quien se especializa en este tipo de casos. Las facilidades de la Dra. Horn tienen lugar en una casa recluida en un área rural, y una vez Eli y sus padres llegan a este lugar y comienzan el tratamiento, el niño comienza a presentar un raro comportamiento que no se sabe si es efecto del propio tratamiento o si algo sobrenatural ocurre en esa casa.

El guion de David Chirchirillo (“Cheap Thrills”), Ian Goldberg (“The Autopsy of Jane Doe”) y Richard Naing (“The Autopsy of Jane Doe”) bajo la dirección de Ciarán Foy (“Sinister 2”) experimenta con diferentes subgéneros del cine de horror, lo cual es su mejor y peor recurso. Por un lado, la película siempre mantiene al espectador especulando sobre lo que ocurre y en partes parece ser una película de fantasmas y casa embrujadas, mientras que a la misma vez parece ser una de abuso médico con algunas pinceladas de problemas de salud mental y consigue que la trama se mantenga interesante. Por otro lado, se traen elementos y situaciones para alimentar estas sugerencias que luego se abandonan sin mucha explicación una vez la historia toma un giro y se enfoca en otra situación.

Debido a los diferentes giros que toma la historia, el final es uno sorpresivo y difícil de predecir, aunque en retrospectiva, hay indicaciones que llevan a este en diferentes partes de la película. El final es uno visualmente impactante que va a tono con lo que se presenta en el resto de la película: giros inesperados y cambios de subgéneros de horror. “Eli” es una interesante adición al catálogo de Netflix para esta temporada de Halloween que no será del agrado de muchos debido a sus giros y saltos de género y algo de falta de originalidad, pero que resulta en una entretenida película de horror para los fanáticos de este género.
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