Guion: Chad Hayes y Carey W. Hayes
Año: 2013
En mi reseña de “Insidious” ya hablé un poco sobre la importancia del director, guionista y productor del cine de horror James Wan. Aunque “Insidious” sigue siendo su mejor trabajo hasta el momento, “The Conjuring” es su trabajo más popular y la película que dio paso al Universo Conjuring (Conjuring Universe). Al igual que la franquicia “Saw” que hasta el momento ha generado un total de ocho películas con una posible nueva adición en 2020, la franquicia de “The Conjuring” ha generado un total de siete películas, dos en la serie principal, donde ya se ha anunciado una tercera parte para el 2020 y cinco derivadas de sus personajes, las más recientes “The Curse of La Llorona” y “Annabelle Comes Home”, con tres de estas dedicadas a la muñeca Annabelle.
Hablando de Annabelle, esto es lo primero que vemos al momento de comenzar la película, un acercamiento de la cara de la espantosa muñeca mientras unas jóvenes explican los eventos que ocurrieron alrededor de ella, que establece el tono de la película en una de las escenas de apertura más efectivas y osadas de los últimos tiempos. Esta primera toma solo dura unos segundos, pero es muy poderosa en establecer el tono y la incomodidad en el espectador con solo unos segundos. Esta escena es solo una muestra de lo mejor que hace esta película, que es crear atmósfera y tensión.
“The Conjuring” está basada en los años ‘70 y sigue a una familia que luego de mudarse a una casa comienzan a presenciar eventos paranormales. Estos eventos continúan aumentando en frecuencia e intensidad hasta que la familia decide contactar al matrimonio Warren, reconocidos por ser expertos en estos temas. Los Warren confirman que la familia está siendo atacada por una presencia maligna, y comienza una batalla entre ambas familias y las fuerzas malignas para deshacerse de ellas y evitar que estas logren su fatal cometido.
Es impresionante la habilidad de Wan para hacer de un momento incómodo el preámbulo de otro más incómodo aún. Uno de los elementos más efectivos de “The Conjuring” es esa habilidad de apilar momentos de tensión y jump scares uno tras otro para tomar desprevenido al espectador y acumular ansiedad en él. Demás está decir que está tan bien realizado que hasta los jump scares en teoría más sencillos, como el famoso aplauso en las escaleras, es capaz de destruir el sistema nervioso hasta del más valiente.
Sobre esto cabe recalcar que esta película obtuvo una clasificación R, aunque no tiene ninguna escena que muestre sexo, desnudez o uso de sustancias ilícitas y la violencia y la sangre es esporádica y limitada. La razón para esto es que es demasiado escalofriante, algo que en vez de limitar el acceso a la película sirvió como promoción para enfatizar en esto. La clasificación es acertada, ya que, como bien indica su razonamiento para esto, lo que presentan es suficiente para arruinarle el sueño a muchos espectadores.
La creación de atmósfera y la creatividad visual son solo algunas de las cualidades de James Wan como director, pero no las únicas. El trabajo del elenco liderado por Vera Farminga ("Orphan"), Patrick Wilson ("Watchmen") y Lili Taylor ("Leatherface") es estupendo y demuestra la habilidad de Wan para sacar lo mejor de ellos. En todo momento sentimos sus emociones, la más importante siendo el miedo, y esto complementa la atmósfera y ayuda a la efectividad de los jump scares.
"The Conjuring" es una de las películas de horror más escalofriantes de los últimos tiempos y del cine en general. Sin que su historia sea algo que los fanáticos del horror no hayamos visto muchas veces, logra ser de las más escalofriantes y una que mantiene al espectador clavado a su asiento, salvo por las veces que brinque por los sustos. Con buena razón da paso a todo un universo de películas de horror que se han basado en el mismo sistema de atmósfera terrorífica y muchos jump scares que ha probado ser tan efectivo.
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