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jueves, 16 de junio de 2022

Reseña: Hatching (Pahanhautoja)


Director: Hanna Bergholm

Guion: Hanna Bergholm y Ilja Rautsi

Año: 2022


La paternidad no es un trabajo fácil y cada experiencia es diferente, pero hay cosas en las que muchos podemos coincidir en que son perjudiciales para un niño. El constantemente presionar a un niño a hacer algo que no le interesa y tener expectativas irreales pueden crear situaciones traumáticas que afectan el desarrollo y hasta la personalidad y pueden perdurar hasta la adultez. “Hatching” utiliza elementos del cine de horror convencional para explorar este tema de horror psicológico.


En “Hatching” (“Pahanhautoja”) seguimos a Tinja, una joven gimnasta quien está sometida constantemente a las presiones de su madre influencer, que busca proyectar una imagen de perfección en todos los aspectos de su vida. En medio de un bosque, Tinja encuentra el huevo de un cuervo, el cual se lleva a su casa y cuida de él hasta que abre. Lo que emerge del huevo es una criatura muy diferente a lo que esperaba.



“Hatching” comienza introduciendo a Tinja y su familia, mientras su madre influencer graba un video sobre su familia perfecta. Acto seguido, un cuervo entra a la casa y antes de que lo puedan atrapar destruye parte de la ornamentación en cristal de la casa, a lo que la madre de Tinja reacciona matando al animal y disponiendo de él en un contenedor de desperdicios orgánicos. Esta disrupción y simbolismo de descomposición orgánica no es más que la primera de las muchas metáforas que trae Hanna Bergholm en su debut como directora y guionista.


En esta misma escena vemos la incomodidad y la desaprobación de Tinja, majestuosamente interpretada por Siiri Solalinna, pero que no puede hacer mucho más que cuidar del huevo de la criatura que encuentra más adelante en la película. Por otro lado tenemos al padre, quien es otro ejemplo de un mal padre, al no hacer absolutamente nada por contrarrestar la presión absurda que ejerce la madre sobre Tinja, como ignora por completo a su hijo, y como en general nunca hace nada que pueda ser contrario a su voluntad. 



Aunque se desenvuelve principalmente como una película de horror psicológico, “Hatching” también hace un gran uso del género de criaturas y del horror corporal. Una vez la criatura sale del huevo, vemos los excelentes efectos especiales, que me parecen prácticos en su gran mayoría, fundamentales en mostrar ese cambio paulatino de ave hacia una apariencia más humana. Esta transformación y la relación de la criatura con Tinja es la metáfora más importante de la película, donde se trabajan los miedos, represión, frustraciones y hasta condiciones de salud que se reflejan en Tinja como producto de la relación tóxica que lleva toda la familia.


“Hatching” es el tipo de películas que se queda contigo por mucho tiempo y en el que mientras más piensas en ella más entiendes su simbología y quieres verla de nuevo. Si hubiese escrito esta reseña justo después de verla, el tono y la puntuación serían completamente distintos. Como se trabajan los temas psicológicos a través de metáforas representadas con características del cine de horror es sublime y me hizo recordar otras películas que han logrado lo mismo, como “The Babadook”. Que su tema psicológico no te haga pensar que se olvida del horror, ya que tiene muchos momentos memorables y gran uso de efectos especiales para el horror corporal.





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