Reseña: The Djinn

Director: David Charbonier y Justin Powell

Guion: David Charbonier y Justin Powell

Año: 2021

Dylan es un niño mudo que junto a su padre se mudan a un nuevo apartamento luego de la muerte de su madre. En el apartamento, Dylan encuentra un antiguo libro con instrucciones sobre rituales para pedir deseos. Lo que Dylan no sabe es que para que su deseo se vuelva realidad, debe sobrevivir una hora en el apartamento contra una poderosa criatura mítica.

Tenía muchas ganas de ver esta película, ya que me fascina todo el mito de los djinn. Este gusto se remonta específicamente al 1997, cuando se estrenó “Wishmaster”, película que a la vez que me aterró, me despertó el gusto por estas criaturas. A través de los años se han realizado varias películas de horror sobre los djinn, pero esta en particular me llamó mucho la atención. Para mi mala suerte, fue una decepción.

Comencemos por lo bueno. La gran mayoría de la película se desenvuelve entre el protagonista Dylan, un niño mudo de 12 años, y el djinn. Esto significa que principalmente vemos a Ezra Dewey (“Everything Before Us”) en pantalla, quien da vida al personaje de Dylan y quien hace un trabajo fenomenal, sobretodo para un joven de su edad. Sin duda su actuación hace todo un poco más creíble y que nos interesa el porvenir del protagonista.

Para tener lugar en un espacio tan pequeño como un apartamento, la pareja de directores y escritores David Charbonier y Justin Powell (“The Boy Behind The Door”) hace un excelente trabajo en ampliar el lugar con diferentes trucos de cámara y ofreciendo interesantes tomas y cinematografía. Considerando que los personajes que más tiempo están en pantalla, uno es mudo y el otro una criatura mítica, los diálogos son casi inexistentes, en lo que se compensa con una gran banda sonora al estilo de los ‘80 y buen diseño de sonido.

Donde “The Djinn” se derrumba es en la historia. La idea de que un niño pueda sobrevivir encerrado en un apartamento ante una poderosa criatura es completamente absurda, a menos claro que no sean los protagonistas de “Home Alone” o “Becky”, lo cual Dylan no es. Aquí comienzan las incongruencias del guion pero no terminan. Por ejemplo, una de las cualidades del djinn es que puede adoptar la forma física de diferentes personas muertas, y una de sus iteraciones es en la forma de un hombre adulto, el cual es incapaz de abrir una puerta cuyo único obstáculo es la fuerza de un niño de 12 años sosteniéndola del otro lado. Podría seguir escribiendo líneas con más ejemplos, pero creo que ya debes tener la idea.

“The Djinn” se presenta con un interesante concepto y detalles técnicos impresionantes, pero se ve inmensamente perjudicada por un nefasto guion. La trama simplemente no es coherente y tiene demasiados agujeros y decisiones absurdas que se forman por el afán de querer mover la historia en una dirección a como dé lugar. El horror resulta efectivo para una audiencia joven, a quien está dirigida, pero los veteranos de este género nos quedamos esperando más.