Reseña: Shook

 

Director: Jeniffer Harrington

Guion: Alesia Glidewell

Año: 2021

“Saw”, o específicamente John Kramer debe ser el influencer más importante en el cine de horror. La cantidad de películas que tienen un juego mortal como centro luego del éxito del filme debut de James Wan y Leigh Wanell es impresionante. El volcánico crecimiento en la atención por los influencers en las redes sociales también ha encontrado la forma de adentrarse en el cine de horror, combinados con el influencer original John Kramer, y dejando en su paso el extraño híbrido de los influencers envueltos en juegos mortales, como ya vimos con “No Escape” y que ahora se repite en “Shook”, la nueva película original de Shudder.

Mia es una influencer de las redes sociales, reconocida por su trabajo en el área del maquillaje y la moda. Mientras cuida del perro de su hermana, Mia es objeto de un psicópata que secuestró a sus amigos y que la obliga a participar en un juego, donde debe cumplir peligrosas peticiones y contestar preguntas para preservar sus vidas. Ahora Mia debe descubrir si todo esto es una broma pesada o si es real.

La forma en la que las escritoras Alesia Glidewell (“Look at Me”) y Jeniffer Harrington (“Housekeeping”) (esta última quien también dirige) plantean los personajes tiene el propósito de que los detestes. El evento que pone en marcha todo lo que sucede en la película nace de un acto de puro egoísmo por parte de la protagonista Mia, interpretada por Daisye Tudor (“Guest House”). Luego de que un asesino de perros que lleva un tiempo haciendo estragos en la ciudad mata a una influencer (una gran escena, de hecho), Mia accede a cuidar al perro de su hermana mientras ella está de viaje bajo el pretexto de mantenerlo a salvo, cuando realmente lo hace por su propia seguridad y por mantener una buena imagen con sus seguidores. 

Mientras Mia se encuentra en la casa de su hermana, la cual fue la casa de su madre quien falleció recientemente, empezamos a ver su lado más humano, bastante alejado del ficticio que presenta en sus redes sociales y nos comenzamos a interesar un poco más por ella. En su desarrollo ayuda más que sus amigos sean más detestables que ella, lo que ya dice mucho del tipo de personas con las que tratamos. Todo esto juega un papel importante en cómo se desenvuelven los giros y en mantener el suspenso sobre si lo que sucede es real o no.

Durante el primer acto, el desarrollo parece el de otra película más de un asesino psicópata que evolucionará a un slasher. Una vez culmina el primer acto comienzan a aparecer los giros en la historia y le dan una capa distinta que agarra el interés del espectador. Los giros se mantienen apareciendo de forma constante, cambiando el esquema de la película, manteniendo un ritmo fluido y vivo el enigma sobre lo que sucede. La forma creativa en la que se presentan los visuales ayuda mucho en este aspecto, en particular las conversaciones y videos que se comparten y buscan la forma de aparecer en pantalla proyectados en cualquier lugar oportuno.

“Shook” puede parecer el típico slasher de asesino en serie que se aprovecha de un grupo de personas en una situación vulnerable y que los castiga a través de un juego perverso, pero sus giros y el nunca estar seguro sobre si lo que ocurre es real o no la mantienen fresca. Los giros inesperados son su mejor arma, pero el giro final se siente algo falto de pólvora. La historia te agarra desde el principio y te mantiene atado con su aire de slasher a la “Saw”, donde combina la tortura física y psicológica con un tema moral y hasta se atreve con un poco de humor negro esporádico y efectivo.