Director: Roseanne Liang
Guion: Max Landis y Roseanne Liang
Año: 2021
En medio de la segunda guerra mundial, una mujer piloto llega a un avión de la milicia británica a punto de despegar con un paquete secreto. La tripulación no tiene más remedio que dejarla subir, pero su sospecha sobre la identidad de la mujer y lo que puede tener el paquete secreto aumenta cada vez más. Pero este no es su único problema, ya que una sombra entre las nubes los lleva a pensar que pueden estar cerca de ser atacados por aviones japoneses o algo más siniestro.
El primer acto es la mejor parte de la película, enfocado en la actuación de Chloë Grace Moretz (“Kick-Ass”) y estableciendo los misterios que rodean a la protagonista y la criatura con la que se encuentran en el aire. De forma sorpresiva, la Maude Garret irrumpe en un avión de militares británicos cargando un paquete con contenido secreto y órdenes de un superior de dejarla subir. Los hombres acceden a dejarla entrar en el avión, pero tiene que acomodarse en una pequeña recámara desde donde se opera una ametralladora. El pequeño espacio y el buen uso de la cámara resaltan el sentido de claustrofobia, en particular cuando la criatura comienza a hacerse sentir.
Es desde esta parte donde comienzan a aflorar los problemas de la película, los cuales intenté ignorar, pero estos solo aumentan con el tiempo. El más grave de estos es la falta de sutileza por parte de los guionistas Max Landis (“Chronicle”) y Roseanne Liang (“Do No Harm”) para presentar el mensaje detrás de su película. Desde que Maude entra en el avión, el nivel de machismo y de falta de respeto hacia las mujeres es extremo al punto de ser irreal. Solo con un par de líneas es evidente el mensaje feminista detrás de una historia que intenta revertir el estereotipo de mujer en apuros rescatada por los hombres.
Que conste que no tengo ningún problema con el mensaje feminista, especialmente cuando se utiliza una época y una profesión donde éste era un problema peor que en la actualidad. Mi problema es con cuán forzado se siente y me recordó que esto fue uno de los problemas que llevó al remake de “Black Christmas” al fracaso el año pasado. Lamentablemente, este no es el único problema que afecta el gran potencial que tenía esta película.
Una vez la acción comienza, la directora Roseanne Liang pierde cualquier interés por hacer una película realista, y su único objetivo es hacer ver a su protagonista tan fuerte como sea posible. De nuevo volvemos al problema de la falta de sutileza. Hay muchas formas en las que se puede representar a un personaje femenino fuerte, pero la cantidad de hazañas que logra Maude en esta película hace ver a Wonder Woman como una mujer común y corriente. Por suerte para mi identifiqué temprano la suspensión de la realidad a la que nos lleva Liang y desconecté mi cerebro. Creo que es la única forma de disfrutar del sin sentido que de ahí nace.
“Shadow in the Cloud” tira por la borda una gran idea, excelentes actuaciones, buenos visuales y una gran banda sonora por su afán de llevar un mensaje feminista de la forma menos sutil posible. Como consecuencia, la película resulta exagerada y fantasiosa, y aunque esto no necesariamente tiene que ser un problema, de la forma en la que ocurre aquí si lo es. Lo mejor es desconectar el cerebro y disfrutar de lo absurdo y exagerado de su historia y su mensaje. De seguro que esto es todo lo opuesto a lo que buscaba su directora.
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