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viernes, 2 de octubre de 2020

Reseña: The Changeling


Director: Peter Medak

Guion: Russell Hunter, William Gray y Diana Maddox

Año: 1980


Luego de perder a su esposa e hija en un aparatoso accidente, el compositor John Russell se muda a una antigua casa victoriana en Seattle. Al poco tiempo de vivir en la casa, John comienza a presenciar cosas que lo llevan a pensar que el lugar está habitado por un espíritu. En busca de la identidad de este espíritu descubre el atroz crimen que tuvo lugar en esa casa.


Comparar “The Changeling” con “The Descent” puede parecer algo alocado de primera impresión, pero la escena de apertura en ambas es muy similar y es lo que pone en perspectiva el estilo del director como la base para las decisiones que toma su personaje protagonista. En “The Changeling” vemos como en un tenso accidente de tránsito la esposa e hija de John son atropelladas por un camión, todo esto mientras John presencia el evento sin poder hacer nada. Mientras que en “The Descent” una escena similar se utiliza para establecer el tono oscuro y crudo de la película, en “The Changeling” establece un estilo atmosférico y emocional. 



No pasa mucho tiempo desde que John se muda a la casa para que comiencen a tener lugar eventos paranormales. Varios de estos eventos van dirigidos a la parte emocional de John ante la pérdida de su familia, una característica del personaje que contrasta con la masculinidad que proyecta en su gran actuación George C. Scott (“Firestarter”) y algo a lo que el director Peter Medak (“Species II”) saca el mayor provecho. Debido a la asociación que siente con los eventos paranormales, el compositor comienza a indagar sobre la entidad que se manifiesta en la casa y su propósito para hacerlo.


“The Changeling” puede ser fácilmente dividida en dos partes, una que es el misterio a resolver de un atroz asesinato y otra la historia de un fantasma vegativo. En la parte del misterio a resolver la película se siente como una de crimen y detectives y la forma en la que los escritores Russell Hunter, William Gray (“RoboCop”) y Diana Maddox (“The Amateur”) desarrollan la historia la hacen intrigante. Algo que resalta en el lado de la entidad que habita en la casa es que no tiene ninguna asociación religiosa, algo que era la norma en este tipo de películas para las décadas de los ‘70 y ‘80, como lo son por ejemplo “The Amityville Horror”, “Poltergeist” y “The Exorcist”. También resalta que en todo momento se considera la personalidad infantil de la entidad en la forma en que se manifiesta, algo importante en el desarrollo de la trama.



Aunque en su momento no recibió el reconocimiento que merece, “The Changeling” con el tiempo se ha convertido en un clásico y en una fuente de inspiración para muchas películas de horror modernas. Por ejemplo, la mítica escena de la sesión espiritista ha sido replicada en películas como “The Others” o “Insidious” y el tema del fantasma vengativo dio paso a películas en este género como “Ringu” y “Ju-On”, al igual que sus versiones estadounidenses. A su vez, el emular tantas cosas de la película ha causado que pierda parte de su encanto ya que los trucos que en su tiempo eran novedosos 40 años después han sido utilizados hasta la saciedad.


“The Changeling” ha perdido algo de su potencial de asustar por el tiempo que ha pasado desde su estreno y por la cantidad de películas que ha influenciado y que han usado sus trucos hasta dejarlos sin efecto. Aun así, 40 años después de su estreno, se mantiene como una de las mejores películas de casas embrujadas que se han hecho y que al remontarse al tiempo en que se realizó, resalta por sus ideas innovadoras, grandes actuaciones y un arreglo de sonido intenso e impresionante.




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