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domingo, 11 de octubre de 2020

Reseña: Blade

Director: Stephen Norrington

Guion: David S. Goyer

Año: 1998


Siempre que me preguntan sobre que películas puedo ver repetidamente sin cansarme de ellas, “Blade” está en la parte alta de esa lista. Es de esas películas que simplemente son divertidas de principio a fin y, aun con sus fallas, captura tu atención. La combinación entre un ritmo frenético, acción sin parar y un personaje que se ha vuelto icónico en el cine resulta en una de las películas de vampiros más entretenidas que he visto.


En un mundo donde los vampiros rondan la Tierra, Blade, un híbrido entre vampiro y humano, se dedica a cazar y eliminar vampiros. Junto a Whistler, su compañero en esta encomienda y quien fabrica sus armas, y la recién atacada Dra. Karen Jenson, el trio busca un cura para revertir la conversión de humanos a vampiros. Mientras tanto, Deacon Frost busca la forma de ganar más poder y hacer de los vampiros la raza dominante con él como su líder. 



Si se habla de actores interpretando vampiros icónicos modernos, Wesley Snipes como Blade encabeza la lista junto a Gary Oldman como Dracula en “Bram Stoker’s Dracula” y Kate Beckinsale como Selene en “Underworld”. El personaje de Blade es uno rudo, hábil y con mucha presencia, para lo que Snipes fue la decisión acertada para interpretarlo. Solo hay que ver otras películas del actor como “Demolition Man” para enfatizar en su habilidad en las artes marciales y para interpretar este tipo de personajes. La reciente “Dolemite Is My Name” es testamento de su capacidad actoral fuera de este tipo de roles. 


Dentro de las muchas cosas que puedo destacar de “Blade”, quizás la más imponente es su acción que bombea adrenalina pura. La temprana escena donde Blade asalta una discoteca de vampiros muestra el tipo de acción frenética y sangrienta en esta película, todo junto a una genial banda sonora, se ha convertido en una de las más reconocibles dentro del cine de horror. De esa forma el director Stephen Norrington (“The League of Extraordinary Gentleman”) y el guionista David S. Goyer (“The Dark Knight”) intercalan escenas de exposición y acción para poder expandir en el trasfondo de Blade y Deacon Frost y sus planes, sin llegar a ser aburrida.



Los efectos digitales nunca fueron la fortaleza de “Blade” y más de 20 años después de su estreno se puede afirmar que no han envejecido con dignidad. Por otra parte, los efectos prácticos aun lucen genial y son prueba de por qué muchos directores los prefieren sobre los digitales. Por suerte, en esta película no se abusa de los efectos digitales y se usan principalmente para escenas donde hubiese sido imposible o muy costoso conseguir algún efecto que el CGI facilita.


Para ser honesto, “Blade” es una de mis películas favoritas, por lo que tengo que hacer un gran esfuerzo para mantenerme imparcial al evaluarla. Pero aun manteniéndome imparcial, es muy poco lo que puedo considerar negativo sobre esta película y solo puedo destacar los efectos en CGI y una que otra actuación que desentona del resto. Por lo demás es una película que ofrece pura diversión de principio a fin y unos personajes que se han vuelto icónicos en el cine de horror, principalmente la interpretación de Blade por Wesley Snipes. Ya para terminar solo resta decir en una nota jocosa que “Blade” fue la película que popularizó las capas negras en la década de los 2000 y no “The Matrix”.




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