Reseña: Underworld

Director: Len Wiseman

Guion: Kevin Grevioux y Len Wiseman

Año: 2003

La primera entrada a la sección de películas de criaturas en esta serie de "31 días de Halloween" le pertenece a "Underworld". Por qué "Underworld" te preguntarás, quizás hasta preparándote para argumentar sobre todo lo que hace mal esta película. Primero hace falta remontarse al momento en que se estrenó esta película.

"Underworld" se estrenó en el 2003, cuando hasta el momento la gran mayoría de las películas presentaba a los vampiros y hombres lobo como criaturas míticas muchas veces utilizando su instinto animal para defenderse, hasta cierto punto incapaces de adaptarse a la modernidad. Aunque en el 1998 "Blade" ya había comenzado a abrir camino para películas de vampiros algo fuera de la norma, es "Underworld" la que finalmente logra abrir esa puerta de par en par y darle nuevas posibilidades a ver estas criaturas en circunstancias más afines con la modernidad.

La popularidad que logró “Underworld” no se puede ignorar. Su historia innovadora, su estilo gótico y, como no, su protagonista Kate Beckinsale (“Vacancy”) lograron cautivar a un sin número de fanáticos. Este marcado seguimiento por parte del público hizo que esta saga lograra traer un total de cinco entregas. Aunque por parte de los críticos esta saga no ha sido bien recibida, por parte del público si, logrando casi triplicar en ganancias el presupuesto total de las cinco películas.

No es difícil entender el por qué “Underworld” tuvo un buen recibimiento del público, pero no de los críticos. Mientras que ofrece una película con mucho estilo, el guion solo parece una excusa para presentar las ideas y no por ser una historia coherente. La historia de esta película enfrenta a vampiros y licántropos en una guerra de siglos donde Selene es una vampira que se dedica a rastrear y eliminar licántropos. Esta guerra llega a un momento crucial, donde los licántropos intentan crear un híbrido que les permitirá tomar ventaja en esta guerra.

Uno de los aspectos que peor trabaja el guion es en el desarrollo de los personajes. Nunca me ha quedado claro cuál es el propósito del carácter frío de Selene mientras que otros vampiros como Kraven o Viktor son muy emocionales, pero termina por perjudicar la historia de amor que tratan de desarrollar entre ella y el humano Michael. En el momento en que se da la primera reacción amorosa entre ellos aparece de la nada y se siente sumamente forzada. No es evidente la razón por la que Selene se siente atraída a este humano y todo lo que transcurre entre ellos parece más una forma de justificar momentos clave en la trama, y es difícil que el espectador logre interesarse por su historia. 

Al igual que con el desarrollo de los personajes y la historia de amor de Selene y Michael, el desarrollo de la trama también sufre por este guion. Los personajes toman muchas decisiones incoherentes que solo sirven para mover la historia en una predeterminada dirección. Durante la película se traen muchos temas y ninguno de estos se explora en profundidad. Algo que pudo haber beneficiado esta historia es el enfocarse en menos temas y explorarlos con detenimiento para así tener una historia mucho mejor elaborada y no tan superficial como la que “Underworld” nos presenta.

Las actuaciones son un conjunto de luces y sombras. Mientras que las interpretaciones de Michael Sheen (“Midnight in Paris”) y Billy Nighy (“Pirates of the Caribbean: Dead Man’s Chest”) como Lucian y Viktor son muy buenas, la interpretación de Shane Broly (“Spread”) como Kraven en partes parece exagerada, la de Scott Speedman (“The Strangers”) como Michael no tienen nada de carisma y la de Beckinsale como Selene te deja en duda si ese es el personaje que el director Len Wiseman (“Total Recall”) buscaba o si es una falla de actuación. Claro, viendo la carrera de Beckinsale se sabe que ella es una actriz capaz e invita a pensar que esto no es más que otra idea que el guion no supo alinear con su historia.

La cinematografía es uno de los puntos característicos, no solo de esta película, sino de toda la saga y lo mejor que se trabaja. El uso de colores fríos, en particular tonos azules, le da un estilo único que resalta el carácter gótico que se presenta. También ayuda a resaltar el color rojo de la sangre, uno de los elementos que siempre debe estar presente en una película de vampiros, ya que esto es algo que los define. Los efectos especiales están bien trabajados y complementan muy bien el carácter de los personajes y las criaturas y el estilo de la película.

“Underworld”, sin ser una maravilla cinematográfica, logra dar un giro a las historias clásicas de vampiros y lo hace más por sus ideas y estilo que por la ejecución de estos. Sin duda inspirada en “Blade” y “The Matrix” para fundamentar sus personajes y estilo, termina dando un producto de mucha menor calidad que estas dos películas, pero de mucha importancia en el cine de horror, en particular en el de los vampiros. Su estilo visual y cinematográfico es sin duda reconocido hasta por los que no son fanáticos del cine de horror, pero su historia y pobre ejecución no le permite llegar a ese codiciado nivel de pieza maestra.