Reseña: La Llorona

Director: Jayro Bustamante

Guion: Jayro Bustamante y Lisandro Sánchez

Año: 2020

Shudder continúa con paso firme expandiendo su selección de cine de horror internacional. Esta vez es el país centroamericano Guatemala el que se une a la lista de exportadores de películas de horror, con una película basada en una leyenda conocida y temida por muchas culturas hispanas de centro y sur América. La leyenda de La Llorona no solo ha viajado a través del mundo, sino que su influencia también ha llegado al cine de horror. La más reciente propuesta basada en esta leyenda, “The Curse of La Llorona”, no le hizo justicia a la leyenda, y ahora “La Llorona” intenta tomar esta encomienda.

Un dictador se enfrenta a la justicia de Guatemala luego de que fuera acusado de genocidio contra un grupo de indígenas. Por su pertinencia polito-social, el proceso judicial acapara la atención popular a la vez que perjudica la salud física y emocional del acusado, quien comienza a expresar síntomas de paranoia. El juicio falla en su contra, pero sus contactos e influencia política y económica logra revertir la decisión de la corte y dejarlo en libertad, lo que ocasiona revuelo en el pueblo de Guatemala. 

Debido a las constantes protestas, el dictador y su familia se ven atrapados en su casa, donde la mayoría de la servidumbre ha decidido irse de la casa por miedo. En medio de este tumulto llega Alma a trabajar a la casa, una callada y misteriosa joven indígena. Desde que Alma llega a la casa, la paranoia del dictador aumenta al pensar que las cosas extrañas que pasan en la casa son consecuencia de la presencia de Alma.

“La Llorona” no solo busca hacer justicia a una famosa leyenda latinoamericana, sino que busca atemperarla a los problemas políticos y sociales que se viven en muchos de estos países. El guion de Jayro Bustamante (“Tremors”), quien también dirige la película, y Lisandro Sánchez está cargado de inicio a fin de contrastes sociales y temas sobre justicia y corrupción. Una de las escenas que me pareció más interesantes en este tema es una en la que en las afueras de la lujosa mansión del dictador se escuchan los reclamos de protesta de un pueblo enfurecido por los constantes atropellos, mientras que dentro reina el orden y la estética, creando una barrera física y social entre ambos grupos.

Donde “La Llorona” puede perder la atención del espectador es en el desarrollo de la trama. Bustamante se inclina por un desarrollo a fuego lento en el que va desarrollando las ideas y la tensión con mucha calma, dándole énfasis al comentario político-social y a la estética de su exquisita cinematografía. El problema con esta película realmente radica en que se dedica casi toda su duración al desarrollo del conflicto, lo que hace esperar un final explosivo, pero cuando llega este momento, no cumple con las expectativas y su desenlace deja una sensación inconclusa y poco satisfactoria.

“La Llorona” triunfa en darle una nueva visión a una famosa leyenda latinoamericana, adaptándola a la realidad político-social que se vive en muchos de estos países. La historia se desarrolla a fuego lento y, aunque siempre mantiene un tono incómodo, realmente nunca se adentra demasiado en el ámbito del horror. “La Llorona” es muy superior a la más reciente película de horror que abordó la leyenda, generando una trama y personajes interesantes, pero con un desenlace algo decepcionante y adentrándose muy poco en el horror.