Reseña: Relic

Director: Natalie Erika James

Guion: Natalie Erika James

Año: 2020

“Relic” ha sido catalogada como un clásico contemporáneo, una obra maestra del cine de horror y otros tantos adjetivos que llevan a pensar que estás ante lo más grande que se ha producido en tiempos recientes. Mi pregunta a todos estos compañeros críticos de películas es: ¿qué película vieron? O quizás el problema soy yo y el tiempo encerrado no me ha hecho bien y mi propia demencia se interpuso entre la película y yo.

Al no tener noticias de su madre, Kay va a su casa junto a su hija Sam para intentar dar con su paradero, donde encuentran varias señales de que la demencia de la anciana ha continuado en aumento. Luego de unos días de búsqueda sin éxito, la anciana aparece en la casa como si nada hubiese ocurrido y sin poder recordar dónde estaba. El comportamiento de la anciana se vuelve cada vez más errático y Kay y Sam sospechan que es producto de una entidad que afecta la casa.

Una película australiana de la compañía IFC Midnight que representa un problema psicológico en la forma de una entidad maligna es imposible pensar que no esté tratando de seguir los pasos de “The Babadook”, un verdadero clásico contemporáneo. Sin embargo, es un lo único en lo que ambas películas pueden compararse. El trabajo debut de la directora y guionista Natalie Erika James queda muy lejos de ser considerado al mismo nivel que el de Jennifer Kent, directora de “The Babadook” y mucho más lejos de ser considerado un clásico contemporáneo.

Es evidente que el tema principal de “Relic” es la representación de la demencia como una entidad maligna que acosa a su víctima y a los que la rodean, pero en el intento de ser demasiado artística y profunda, la directora olvido darle a la audiencia algo interesante para mantener su interés. El ambiente opresor que crea alrededor de la historia es efectivo en hacer sentir al espectador incómodo en un comienzo, pero luego de ver pasar las escenas sin que nada ocurra esta sensación se va desvaneciendo como si la demencia hubiese percolado por la pantalla y afectado la memoria del espectador. Quizás esta es la metáfora más apropiada de la película.

La película tiene varios aciertos que evitan que sea un completo desastre, como lo es el caso de las actuaciones. El elenco que comprende tres generaciones de esta familia compuesto por Robyn Nevin (“The Matrix Reloaded”), Emily Mortimer (“Match Point”) y Bella Heathcote (“The Neon Demon”) hace excelente trabajo en sus actuaciones. De igual forma, la cinematografía por su mayoría es agradable, aunque hay muchas escenas demasiados oscuras que tienen la intención de ser escalofriantes, pero como en gran parte de esta película, nada pasa.

“Relic” ha sido promocionada como el próximo gran clásico de horror, pero me siento bastante confiado en que no logrará cumplir ese objetivo. La idea de representar una condición psicológica como una entidad maligna no es mala, como ya lo demostró “The Babadook”, pero la ejecución deja mucho que desear. La trama es insufriblemente lenta y con la intención de ser tan profunda en su metáfora falla en su objetivo de ser interesante.