Reseña: Great White

Director: Martin Wilson

Guion: Michael Boughen

Año: 2021

Lo que debió haber sido un divertido viaje se convierte en una pesadilla luego que el avión en el que viajaban sufre un accidente y las cinco personas se tienen que refugiar en una balsa de emergencia. Para empeorar su situación, las aguas en las que flotan están infectadas de agresivos tiburones. Las cinco personas deben trabajar juntos para intentar llegar hasta la costa y sobrevivir el ataque de los tiburones.

La última película que vi sobre tiburones antes de esta fue la horrorosa “Deep Blue Nightmare”, así que mis expectativas se encontraban por los suelos cuando vi “Great White”. No se si el que disfrutara de esta película es mérito propio o consecuencia de mis bajas expectativas, pero intentaré esclarecer mientras escribo estas líneas.

En un tiempo donde tenemos de todo tipo de ideas creativas para hacer de los tiburones depredadores más temidos, como alteraciones genéticas, tamaño fuera de lo normal, o lasers en sus cabezas, es refrescante ver que "Great White" busca regresar a la simpleza que hace de estos animales unos tan temidos en su naturaleza. La trama de la película sigue la misma idea de simpleza, donde los eventos que llevan a las cinco personas a quedar a la merced del mar no son muy importantes y solo sirven para establecer la situación precaria.

En la simpleza de su guion es donde enfrenta la mas importante de sus dificultades. Los personajes que presenta el guionista Michael Boughen (“Dying Breed”) son genéricos y sus acciones demasiado predecibles. De igual forma, los eventos en su guion son bastante predecibles y desde el debutante director Martin Wilson presenta a los personajes tienes una idea del orden en el que van a perecer. 

Luego se presenta otro problema, que es el poco tiempo que los tiburones son el centro de atención y la gran cantidad de tiempo que se le presta a los diálogos. Peor aun cuando muchos de estos diálogos son planos y aportan poco al desarrollo de la historia o de los personajes. Cuando por fin aparecen los depredadores, los visuales van desde algunos muy impresionantes hasta otros muy decepcionantes.

Luego de una infinidad de películas de tiburones donde los depredadores tienen de todo tipo de alteraciones para hacerlos más terroríficos, el tener una película como “Great White” que regresa a lo fundamental que hace de estas criaturas unas naturalmente terroríficas, es una bocanada de aire fresco. Una historia simple con muchos agujeros y personajes genéricos, junto a varias escenas tensas y una bien lograda cinematografía es lo que ofrece esta película. Ni mala ni buena, pero entretenida para los fanáticos de las películas de tiburones que no esperen demasiado de ella.