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sábado, 26 de junio de 2021

Reseña: Censor

Director: Prano Bailey-Bond

Guion: Prano Bailey-Bond y Anthony Fletcher

Año: 2021


Enid trabaja para una compañía que se dedica a censurar películas. Una de sus asignaciones es un video desagradable que le resulta extrañamente familiar y que la lleva a revivir el misterio de la desaparición de su hermana cuando eran apenas unas niñas. Decidida a encontrar respuestas, Enid se embarca en una búsqueda que difumina la línea entre la realidad y la ficción.


¿Es el cine de horror perjudicial para tu salud emocional? Esta es la pregunta que muchas personas se hacen al ver el nivel de violencia que usualmente acompaña a estas películas y cuan sádico y realista puede ser. Luego de trabajar por varios años como crítico de cine de horror y consumiendo varias de estas películas por semana, me siento cualificado para responder esta pregunta. Salvo el ocasional pensamiento relacionado a “Final Destination 2” cuando alguien me corta en tráfico o que me venga a la mente algún notorio villano cuando alguien hace algo que me irrita, no creo que la constante exposición al cine de horror me esté afectando, ¿cierto?



“Censor”, película que marca el impresionante debut en largometrajes de Prano Bailey-Bond, no se adentra en el cine convencional de horror, sino que se enfoca en los videos desagradables y de snuff. La película se desarrolla como un estudio de personaje donde seguimos a Enid (Niamh Algar; “Raised by Wolves”) de un extremo a otro. Cuando conocemos a la protagonista, resalta de su personalidad lo profesional, centrada y en control que se encuentra. Sin embargo, mientras transcurre la trama todo esto se va desmoronando poco a poco.


El catalítico que inicia su descenso hacia la locura es una película de un director al que ya le han censurado trabajos previos por su contenido extremadamente crudo, pero que en este caso también evoca recuerdos de su niñez y la desaparición de su hermana. Desde que Enid ve esta película, su comportamiento se hace cada vez más errático y comienza a sufrir de ansiedad y alucinaciones. En toda su duración seguimos a un narrador no confiable, por lo que resulta difícil separar lo que es real de lo que es fantasía y la trama se desarrolla de este mismo modo confuso y sin mucho contexto, donde el espectador tiene que ir acomodando las piezas del acertijo. 



Este mismo interés por querer llevar esta perspectiva distorsionada también le juega en contra, abriendo algunos agujeros y problemas en su desarrollo. El guion de Prano Bailey-Bond y Anthony Fletcher a menudo presenta situaciones que no llevan a ningún lado o sin contexto que pueden resultar demasiado confusas o sin sentido. También se hacen varios saltos de estilo que nunca entendí el propósito.


“Censor” no es una película para todo el mundo, ya que se decanta más por un estilo artístico y psicológico más que por el horror puro. En esencia es un estudio de personaje de cocción lenta, que, si su trama no te atrapa, puede resultar aburrida. Para los que, como yo, queden atrapados en el misterio, su trama ofrece un intrigante progreso hasta el enigmático final.




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