Director: Tomaz Gorkic
Guion: Tomaz Gorkic
Año: 2021
A veces me pregunto si las estrategias de mercadeo donde se incluye el nombre de un personaje famoso son efectivas en atraer público hacia sus películas. “The Curse of Dracula” inicialmente se conoció como “The Curse of Valburga” el cual es un nombre mucho más apropiado dado lo poco que tiene que ver el personaje o hasta los vampiros en su trama, pero ganó el mercadeo. Algunos defenderán el cambio de título argumentando que se hace mención del mítico vampiro en algunas partes de la película, pero en realidad, todas se pudieron haber eliminado y resultaría la misma película.
Dos amigos comienzan un servicio de guía turístico en una casa en la ciudad de Valburga, que realmente es una estafa para ganar dinero. El gancho para atraer turistas es que ambos aseguran que la casa le perteneció a un primo del Conde Drácula. En su primera excursión a la casa, todo parece marchar bien, hasta que los turistas comienzan poco a poco a desaparecer.
Luego de los interminables créditos de apertura conocemos a Borjan (Marko Mandic; “The Hitman’s Bodyguard”) y Marjan (Jurij Drevensek; “Killbillies”) mientras se encuentran dentro de un bar y nace la idea de la estafa turística. Aparte de establecer el tono bufonesco de su comedia, se da un poco de trasfondo sobre la maldición de Valburga, una leyenda urbana de la cual se quieren aprovechar. Pero que su comedia absurda no te confunda, una vez la trama comienza a desenvolverse y cae la primera víctima, el gore no para.
El título de la película sugiere una película de vampiros, pero lo que “The Curse of Dracula” ofrece es un slasher en toda regla. Una vez Bojan y Marjan llegan a la casa con el grupo de excéntricos turistas, entre los que destacan un trío de actores porno, una pareja de alcohólicos y un grupo de amigos que quieren cazar a un vampiro, sabemos que algo irá mal. Esta premonición se hace realidad cuando los turistas comienzan a caer a manos de un asesino armado con una enorme sierra circular.
La fortaleza de “The Curse of Dracula”, como buen slasher, radica en el gore y los realistas efectos especiales. Es evidente que el objetivo del director y guionista Tomaz Gorkic (“Killbillies”) era crear una película divertida y sangrienta, lo que se evidencia de buena forma en los efectos especiales y la música, pero no de tan buena forma en el guion. A la historia se añaden varios elementos relacionados al villano y a la maldición, que no componen mucho y hacen que el trasfondo del lugar sea incoherente y confuso.
En vez de una película de vampiros como el título sugiere, “The Curse of Dracula” es un divertido slasher con mucho gore y comedia absurda. Una vez el gore hace acto de presencia, no se detiene y con buena razón; esto es lo mejor que ofrece la película. Por otro lado, salvo por la comedia absurda y los momentos de gore, el guion lo suficientemente débil como para perjudicar su valor de entretenimiento.
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