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jueves, 3 de septiembre de 2020

Reseña: 30 Miles From Nowhere


Director: Caitlin Koller
Guion: Seana Kofoed
Año: 2020

Ya había escuchado sobre “30 Miles From Nowhere” pero nunca me llamó la atención como para intentar conseguirla y verla. Sin embargo, en estos días, Shudder la añadió a su colección y con un “qué rayos” decidí darle la oportunidad. Puedo adelantar que salí de la película con la misma indiferencia con la que entré.

Luego de mucho tiempo sin verse, un grupo de amigos se reúnen para acudir al funeral de otro amigo, el cual recientemente se suicidó. El funeral tiene lugar en un área rural de los Estados Unidos cerca de donde el difunto vivía, lo que lleva al grupo de amigos a quedarse en una desolada cabaña. Al poco tiempo de llegar a la casa comienzan a tener lugar una serie de eventos que los lleva a pensar que el suicidio de su amigo es parte de algo mucho más siniestro.


Una de las primeras señales sobre el tipo de película que es “30 Miles From Nowhere” son los personajes principales. Desde que se presentan resaltan el cuan aburridos y poco interesantes resultan, lo cual habla mal del guion de Seana Kofoed, el cual tienen otros problemas en los cuales profundizaré luego. Las actuaciones no logran hacer mucho con el pobre material con el que se construyen las personalidades cliché y predecibles de los protagonistas.

Otro de los problemas que resalta del guion, en combinación con el trabajo de la directora Caitlin Koller ("Maid of Horror"), es la cantidad de gritos y jump scares inefectivos que plagan la película de principio a fin. Cada jump scare, más que asustar, solo logran ser irritantes al estar acompañado por gritos estridentes, en varias ocasiones fuera de proporción con lo que ocurre. También se introducen algunos momentos de comedia que son tan poco efectivos como los de horror, todo esto con estilo de editaje frenético donde cada escena solo permanece por dos o tres segundos antes de pasar a la próxima.


Con la idea de mantener al espectador dudando sobre lo que está sucediendo en la cabaña, se introducen algunos elementos sobrenaturales que solo consiguen crear agujeros e inconsistencias en el guion. Siendo franco, desde los primeros minutos ya tenía una idea de cómo terminaría la película y, aunque guarda algunas sorpresas en el desenlace, tampoco estaba muy lejos de mi predicción. Ninguno de los eventos que intentan confundir al espectador son efectivos y solo son un estorbo más en una trama ya de por sí defectuosa.

Cuando un personaje menciona el nombre de la película como parte de una conversación en los primeros 15 minutos, comienzas a tener una idea de que no estás ante una de las mejores películas de horror disponibles. Desde los problemas en el guion hasta el aspecto técnico, “30 Miles From Nowhere” tiene demasiado en contra como para ser al menos entretenida. Nunca me interesé por los personajes y la trama me pareció medianamente interesante, pero sus agujeros no permiten que se pueda disfrutar.




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