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jueves, 5 de marzo de 2020

Reseña: The Invisible Man


Director: Leigh Whannell
Guion: Leigh Whannell
Año: 2020

Desde hace ya un tiempo Universal Pictures ha estado barajando la opción de revivir a sus clásicos monstruos, entiéndase, La Momia, Drácula, Frankenstein, El Hombre Lobo, La Criatura de la Laguna Negra y el que ahora nos compete, El Hombre Invisible. Luego del fracaso de “The Mummy” en 2017, muchos pensaron que este era el fin de esa iniciativa, pero Universal vuelve a intentarlo con un cambio de perspectiva. Para “The Invisible Man” optan por dar las riendas a Jason Blum y su casa productora Blumhouse y un presupuesto modesto para crear una visión moderna de un monstruo clásico.

Cansada del abuso sufrido a manos de su esposo, Cecilia elabora un plan para escapar de su casa. Al poco tiempo se entera de que su esposo murió, pero en vez de sentir alivio, comienza a sentir que él la está acechando. Cecilia sospecha que, al ser un experto en óptica, su esposo encontró la forma de hacerse invisible y que ahora se dedica a hacerle daño a sus allegados de forma que los demás piensen que está paranoica. 


Esta nueva versión de “The Invisible Man” a manos del director y guionista Leigh Whannell, conocido por su rol protagonista en “Saw” y por dirigir y escribir “Insidious: Chapter 3” y “Upgrade” busca adaptarse a tiempos modernos haciendo algunos cambios a su historia, enfoque y personajes. El comienzo de la película deja claro que su historia estará basada en el abuso doméstico, un tema que ha ganado notoriedad en los últimos años gracias al movimiento #MeToo y que se enfocará más en la víctima que en el propio Hombre Invisible. También usa esta sección para exhibir el suspenso con el que se manejará el resto de la película. 

Mientras que la historia clásica, ejemplificada en películas como “The Invisible Man” de 1933 y “Hollow Man”, presenta la fuente de la invisibilidad como un suero el cual al inyectarse hace a la persona invisible, pero a la vez progresivamente más inestable y violento, esta nueva versión cambia ese argumento. En esta versión comenzamos con un hombre inestable y violento, el cual a través de la invisibilidad, conseguida a través de la óptica, pierde las inhibiciones al poder escapar de las consecuencias de sus acciones. En esta historia el lado psicológico juega un papel sumamente importante, enfocando mucha atención al síndrome de estrés postraumático, y a como el esposo es tan buen manipulador, realizado tan bien que su habilidad trasciende la pantalla y pone al espectador en duda en varias ocasiones. 


El guion de Whannell opta por mostrar más que decir (irónico dado el tema) y depende mucho de las emociones que pueda proyectar su elenco. En este aspecto se hace un gran trabajo, especialmente de parte de de la protagonista Elisabeth Moss (“The Handmaid’s Tale”) quien es capaz de evocar emociones con facilidad de forma que el espectador siempre es capaz de entender lo que pasa por su mente sin necesidad de diálogo. Sin embargo, el guion tiene varias fallas en la forma de agujeros en la historia, especialmente en el tramo final. 

“The Invisible Man” da suficientes argumentos a Universal Pictures para continuar con su idea de revivir a sus monstruos clásicos y deja claro que no se necesita un presupuesto desproporcionado si se pone en manos competentes. El suspenso y la intriga que logra el director y guionista Leigh Whannell y que glorifica Elisabeth Moss en su actuación protagonista junto con los sorpresivos giros, momentos violentos y efectos especiales mantienen al espectador al borde del asiento. Esta nueva versión del Hombre Invisible adaptada a la modernidad puede pecar de no seguir el mito del monstruo clásico, pero la hace una de las mejores versiones de este personaje.





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