Reseña: My Valentine

Director: Maggie Levin

Guion: Maggie Levin

Año: 2020

¿Qué mejor forma de pasar el día de San Valentín que con una película de horror? Con una película de horror temática de San Valentín claro. Esto es justo lo que trae Hulu como parte de su serie “Into The Dark” en su nuevo episodio/película temática del Día de San Valentín titulada “My Valentine”, una nueva propuesta que busca interrumpir la selección de favoritas de horror para ver durante esta celebración.

Luego del abuso recibido por su expareja, Valentine intenta resurgir como una artista pop y volver a la fama que había cosechado, lo que se hace más difícil luego de que su expareja le robó su identidad y apariencia para usarlo con otra mujer que ahora vive de su éxito bajo el nombre Trezzure. Mientras Valentine hace una presentación, su expareja y Trezzure llegan al local para confrontarla. Los abusos del pasado vuelven a resurgir y la noche se vuelve cada vez más violenta.

La trama de “My Valentine” se basa en los abusos en relaciones amorosas y los problemas psicológicos que se pueden desarrollar en estas dinámicas, rodeado de un ambiente de música pop. La directora y guionista Maggie Levin (“Miss 2059”) hace un excelente trabajo en traer a la pantalla este tipo de relaciones abusivas y las reacciones de ambas partes de forma tan realista que resulta incómodo. Este realismo es anclado con la estelar interpretación de Benedict Samuel (“The Walking Dead”) como el manipulador y egocéntrico Royal, quien mantienen el ambiente incómodo aún con el atractivo estilo de luces y efectos especiales, acompañado de las también buenas interpretaciones de Britt Baron (“Glow”) y Anna Lore (“Doom Patrol”). 

La cinematografía y los efectos visuales en “My Valentine” son atractivos y recuerdan lo logrado en “Scott Pilgrim vs The World” transmitiendo vibras de video musical, pero con una trama mucho más seria. Los colores neones azul y rojo se utilizan durante la mayoría de la película como elemento artístico y sirve para tener presente el mundo musical y de apariencias en que estas personas se manejan. El editaje, las retrospectivas y la interposición de diferentes tomas, acompañada por efectos visuales caricaturescos logran hacerla aún más atractiva sin perder el sentido de peligro siempre presente gracias a Samuel. Hay que admirar la dedicación para establecer todo ese mundo artístico que rodea la trama, hasta el punto de hacer toda una lista de canciones originales para acompañar la película.

Gran parte de “My Valentine” explora las relaciones entre el trío protagonista, pero no pierde de perspectiva que es una película de horror, o al menos con elementos de horror. Una vez se desata la violencia, la directora Levin hace buen uso del gore y lo combina con el elemento artístico visual que trabaja desde el comienzo, el ambiente tenso que se crea entre los protagonistas y el talento de Benedict Samuel para mostrar situaciones perturbadoras. Sin embargo, aunque todo esto se trabaja muy bien, la película se siente más como un drama perturbador que como una película de horror.

“My Valentine” explora cuán perturbadoras y dañinas pueden ser las relaciones abusivas y manipuladoras con una trama basada en el mundo de la música. La directora utiliza un estilo osado para presentar su película utilizando colores vivos, interposición de tomas y efectos visuales de revistas de caricaturas que pueden capturar al espectador o ahuyentarlo. Sin embargo, la historia es perturbadora y realista y cuenta con excelentes interpretaciones, violencia y gore, aunque apenas rasque el género del horror.