Reseña: Monster Party

Director: Chris von Hoffmann

Guion: Chris von Hoffmann

Año: 2018

Sinopsis: Tres jóvenes ladrones deciden infiltrarse en una fiesta en una gran mansión. Poco sospechaban del tipo de personas que se estaría reuniendo allí y la razón de esta reunión. Pronto descubren el secreto y la fiesta se convierte en un sangriento caos.

“Monster Party” es de las películas que casi dejó pasar. Casi pasa bajo mi radar ya que sabía muy poco sobre ella y el título no me llamaba la atención. Con todo en contra decidí darle la oportunidad y que grata sorpresa me he llevado. Al conocer prácticamente nada sobre esta película entre ciego a verla. No tenía idea de qué esperar o sobre qué trataba la trama, de lo cual me alegro ya que la hizo mucho más efectiva. Aunque creo que aun conociendo sobre la película nada iba a anticiparme la locura que tendría lugar en ella.

En la primera media hora de la película conocemos a un trío de dos hombres y una mujer que son amigos y que se dedican a robar de forma muy elaborada en diferentes lugares en su tiempo libre. A la joven le aparece la oportunidad de trabajar como mozo en una fiesta que tendrá lugar en una mansión y los jóvenes deciden que es una buena oportunidad para robar la caja fuerte de la mansión. Durante estos minutos se trabaja el desarrollo de estos personajes de forma que el espectador le toma agrado y se establece la conexión entre ellos.

Una vez llegan a la fiesta se dan cuenta que todos los invitados actúan de manera extraña. Desde aquí se empieza a trabajar la tensión y se va desarrollando hasta el primer suceso violento, el cual me tomó completamente por sorpresa. Este primer evento es un giro inesperado que establece el tono y las expectativas para el resto de la película. Desde este momento se comienza a revelar información sobre los invitados y el propósito de la fiesta y la película comienza a navegar en lo desmesurado, sin recalar en lo absurdo.

Los mayores puntos a favor de esta película son su violencia desmesurada y su poca predecibilidad, los cuales van de la mano. La primera mitad de la película transcurre de forma poco violenta, desarrollando los personajes y los argumentos, pero una vez la violencia comienza se convierte en una carnicería donde es imposible predecir quién será la próxima vítima y esto se mantiene hasta la escena final. Las escenas violentas están muy bien trabajadas con lo justo para ser desmesuradas, pero sin llegar a territorios donde puedan parecer absurdas o hasta cómicas.

El guion y la dirección de Chris von Hoffmann (“Drifter”) son sumamente efectivos, sin ser nada del otro mundo. La historia es sencilla y donde rebosa la creatividad es en la violencia y en la impredecibilidad. De igual manera las actuaciones son muy buenas y cada actor lleva la personalidad de cada individuo a través de la pantalla sin necesidad de mucha explicación. Dentro del elenco destacan nombres como los de Sam Striker (“Leatherface”), Kian Lawley (”The Chosen”) y Julian McMahon (“Nip/Tuck”).

Me alegra haberle dado la oportunidad a “Monster Party” ya que ha sido una de las películas más divertidas y sorprendentes que he visto en mucho tiempo. Mientras que el título no me llamaba mucho la atención y el comienzo de la película me hizo dudar un poco sobre la dirección que tomaría, la película me sorprendió en innumerables ocasiones y me mantuvo interesado hasta el último momento. “Monster Party” es una divertida locura como recuerdo muy pocas y si al igual que yo estás considerando verla, mi recomendación es que lo hagas.