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lunes, 21 de enero de 2019

Reseña: Diablero

Director: Rigoberto Castañeda, José Manuel Cravioto
Guión: Bernardo Esquinca, Pablo Tébar, Verónica Marzá, José Rodríguez, Luis Gamboa, Gibrán Portela, Laura Sarmiento Pallarés, Daniel Sánchez Arranz, F. G. Haghenbeck
Año: 2018

“Diablero” tiene lugar en Ciudad de México, cuando el balance entre los ángeles y demonios se rompe una vez los ángeles deciden abandonar a los humanos. Ahora son los diableros los encargados de mantener a los demonios bajo control y Elvis Infante es uno de estos diableros. Mientras que el Padre Ventura intenta localizar a una niña secuestrada, Keta, la hermana de Elvis, lo dirige hasta su hermano, sospechando que algo más oscuro sucede con este secuestro. El Padre Ventura se une al extraño pero eficiente trio de Elvis Infante, Keta y Nancy, una joven que aprendió a dominar los demonios que la poseen, para buscar a la niña secuestrada.

La serie toma lugar alrededor de Elvis Infante, un carismático diablero, que rinde tributo a Elvis Presley con sus patillas, y que, con su trabajo frente a los demonios, al igual que con sus tonterías la mayoría del tiempo, logra conquistar rápidamente al espectador. Es este personaje, interpretado por Horacio García Rojas, el encargado de balancear el movimiento oscuro y lleno de acción de la historia, con momentos de pura comedia. Que este último comentario no te haga pensar que “Diablero” no es más que otra comedia con algunos elementos de horror. Desde el comienzo queda claro que la serie es oscura y en sus ocho episodios de duración no defrauda en este apartado. Los momentos de comedia no son los que dominan y están muy bien colocados para no afectar el carácter oscuro de la serie.

Aunque es cierto que el personaje de Elvis es el más destacado en la serie, el resto de los personajes principales son muy interesantes. El Padre Ventura, interpretado por Christopher Von Uckermann es quizás el que pueda parecer algo cliché, ya que va de tipo religioso que se enamoró y desde ese momento sopesa su vocación sobre el amor que le tiene a esta mujer. Nancy, interpretada por Giselle Kuri, es un polo opuesto. Esta joven ha encontrado la manera de dominar a los demonios que la tratan de poseer y usa este talento a su favor. Mientras Ventura constantemente busca hacer lo correcto aun cuando se ve atraído por las tentaciones del mundo, Nancy acepta la maldad que le rodea y la usa a su favor, aunque no necesariamente para hacer el mal. A este grupo se une Keta, la hermana de Elvis interpretada por Fátima Molina, quien lucha con su talento innato y no poderlo cultivar por las restricciones impuestas sobre que las mujeres no pueden ser diableras, viéndose relegada a un segundo plano detrás de su hermano cuando ella tiene más potencial como diablera. Esta demás decir que las actuaciones son excelentes y quedé particularmente impresionado con el personaje de Nancy, que llega a ser la protagonista de las escenas más oscuras de la serie, pero a la vez tiene la apariencia de una dulce joven rebelde.

A diferencia de como ocurre en muchas otras series, no encontré episodios de eso que solo sirven para aumentar el número de episodios. En “Diablero” cada episodio está cargado de información necesaria por los protagonistas para continuar progresando la historia, de forma que se mantiene siempre interesante y mantiene la atención del espectador hasta el último momento. La elaboración de los personajes y sus conflictos me pareció que lleva buen paso y constantemente se descubren cosas nuevas sobre los personajes principales y a la vez de la trama.

Entre los aspectos que no me gustaron, cabe destacar los efectos especiales. Mientras que en la mayoría de la serie los efectos especiales son bastante buenos, hay partes donde parece como si hubiesen utilizado una tecnología antigua, lo que crea visuales descuidados que desentonan con el resto de la producción. También hay algunas pocas partes en las que no pude evitar sentir un estilo parecido al de las telenovelas. No sé si sea predisposición de mi parte, mala costumbre de la producción o querer cumplir con un estereotipo, pero de igual forma me pareció que desentona mucho con el carácter oscuro que se trabaja en la mayoría de la serie.

Netflix apostó por esta serie latina de horror, que en papel tenía muchas probabilidades de fracasar, pero que en pantalla sucede todo lo contrario. “Diablero” trae muchas ideas frescas y es interesante verlas desarrolladas en culturas diferentes a las que estamos acostumbrados a ver en grandes películas. De hecho, es la parte cultural, la jerga mexicana, y el que se desarrollara en una ciudad conocida por ser altamente católica lo que la hace más interesante y aumenta su valor de producción. Al final quedaron muchas cosas pendientes, pero que se dejan encaminadas para atenderse en una futura temporada, lo cual son buenas noticias. Por mi parte los ocho episodios de duración de me fueron volando y ya estoy ansioso por la próxima temporada.





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