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sábado, 23 de enero de 2021

Reseña: Ten Minutes To Midnight

Director: Erik Bloomquist 

Guion: Erik Bloomquist y Carson Bloomquist 

Año: 2021


Amy Marlowe es una exitosa conductora de radio que se acerca al retiro luego de 30 años de carrera. Mientras va camino a la estación de radio para trabajar su último programa, es mordida por un murciélago. El resto de la noche para Amy se torna en un sueño febril mientras sufre los efectos de alguna enfermedad transmitida por el murciélago, como rabia o vampirismo. Todo el coraje que Amy tenía reprimido de repente encuentra una válvula de escape en la mordida del murciélago y la lleva a un colapso nervioso que es solo el principio de sus problemas. 


“Ten Minutes To Midnight” es del tipo de película polarizante que amas o odias. Con un corto tiempo de duración de 73 minutos, rápidamente te mete dentro de la trama. El problema es que mucho de la trama no tiene sentido y más bien se asemeja a un sueño febril que haría sentir orgulloso al David Lynch. 



El guion de Erik y Carson Bloomquist (“Long Lost”) se enfoca en Amy y en el proceso de introspección sobre los logros de su vida, mientras se acerca a un retiro que no está preparada para afrontar. A la misma vez, pone atención a la discriminación por edad que siente la conductora al verse desplazada por una mujer mucho más joven. Este enfoque más filosófico y reflexivo obliga a que la intensidad y la tensión provengan de la atmósfera y las reacciones de la protagonista y que el horror quede en segundo plano.


La atención puesta en la protagonista funciona excepcionalmente bien gracias a la magnífica interpretación de Caroline Williams (“The Texas Chainsaw Massacre 2”), que curiosamente interpreta a un personaje con la misma profesión del que la llevara a la fama. Williams logra humanizar al personaje y su situación de forma que no nos deja más opción que interesarnos por ella y su porvenir, aunque no estemos seguro de lo que sucede. Una escena donde podemos ver sus emociones en un acercamiento de sus ojos y otra algo incómoda en un baño son testimonio de su versatilidad como actriz y del talento de Erik Bloomquist para dirigir. 



Aunque el horror queda relegado a un segundo plano, lo que se muestra es convincente. Los efectos especiales y maquillaje lucen geniales y proporcionan momentos sorprendentes y grotescos que ayudan a recordar que esto es una película de horror. Los efectos especiales se combinan con un buen uso de cámaras, un gran uso de luces para crear atmósfera y una interesante música de fondo que le da un estilo retro que recuerda al cine de horror de los ‘70 y ‘80. 


El sinsentido y constante confusión de “Ten Minutes To Midnight” la lleva a ser de esas películas que amas u odias. La gran interpretación de Caroline Williams y el interesante estilo retro se contraponen al confuso guion y al hecho de que ofrece mucho menos horror del que propone. El desarrollo de la trama sólo puede ser comparado con un sueño febril que me hizo recordar el estilo distintivo de David Lynch, el cual no es del agrado de muchos.




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