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sábado, 24 de agosto de 2019

Reseña: 47 Meters Down: Uncaged

Director: Johannes Roberts
Guion: Johannes Roberts y Ernest Riera
Año: 2019

Sinopsis: Cuatro amigas van a bucear a una cueva que alberga una antigua ciudad indígena sumergida. En medio de su aventura, quedan atrapadas en la cueva con poco oxígeno en sus tanques y sin saber hacia dónde dirigirse para escapar. El laberinto que es esta cueva es solo uno de sus problemas, ya que dentro de ella habitan feroces tiburones albinos ciegos, pero con el resto de sus sentidos agudizados.

“47 Meters Down” es una película independiente que estaba destinada a estrenarse directo a video sin pasar por las salas de cine. Un poco antes de estrenarse, un estudio de distribución la compró, le cambió el nombre y la estrenó en cines. Para sorpresa de muchos, esta película que costó un aproximado de $5.5 millones en realizar, logró recaudar sobre $44 millones, convirtiéndola en un gran éxito y obteniendo un buen recibimiento por la audiencia. Con estos números en mente, era cuestión de tiempo el que trabajara una secuela, razón por la que nace “47 Meters Down: Uncaged”.

Esta secuela no directa comparte a Johannes Roberts (“The Strangers: Prey At Night”) como director y al propio Roberts y a Ernest Riera (“The Other Side Of The Door”) como escritores, pero es una historia completamente nueva y con ninguna relación a su predecesora. Si viste “47 Meters Down” no debe una sorpresa para ti que ambas no estén relacionadas debido a cómo termina. Esta nueva historia tiene lugar en Yucatán, México y el grupo de jóvenes que servirá como merienda para los tiburones es compuesto de un elenco nobel de talentos no conocidos, la mayoría en su debut actuando en una película. 

Mia, interpretada por Sophie Nélisse (“The Book Thief”) y su hermanastra Sasha, interpretada por Corinne Foxx son convencidas por sus amigas Alexa (Brianne Tju) y Nicole (Sistine Stallone) para irse de aventura. Parte de esta aventura consiste en bucear en una cueva que alberga una antigua ciudad Maya sumergida. Una vez dentro de la cueva todas quedan atrapadas y a merced de tiburones blancos adaptados a vivir a condiciones de poca luz, los cuales han evolucionado para perder su visión, pero agudizar el resto de sus sentidos.

La película comienza con un poco de drama familiar para tratar de dar algo de trasfondo para que la aventura de nuestras carnadas (quise decir protagonistas) no se sienta forzada y para crear algo de simpatía por ellas. En lo primero acierta y en lo segundo falla. El desarrollo de los personajes es lo más débil junto con los diálogos y una vez se ponen el equipo de buceo el difícil diferenciar una de la otra. Pero no nos interesamos por esta película por sus diálogos, sino por lo que ocurre bajo el agua. Roberts está consciente de esto y sin que transcurra mucho tiempo lanza a las aventureras al agua.

Una vez en el agua la tensión se eleva al máximo aun cuando los prometidos tiburones no han hecho acto de presencia. Las chicas se adentran en el laberinto que es esta cueva, considerada por los Mayas el inframundo y un lugar donde se realizaban sacrificios humanos (tendencia a continuar), y en poco tiempo quedan atrapadas y con sus tanques de oxígeno poco a poco agotándose, una situación terrorífica aún sin añadir tiburones. El escenario en el que estas jóvenes se encuentran repentinamente me recordó mucho a la trama de “The Descent”; un grupo de chicas queda atrapada en una cueva y son atacadas por criaturas albinas ciegas con sentidos agudizados, es demasiado similar, tanto así que un título más propio hubiese sido 47 Meters Down: The Descent.

Finalmente aparecen los tiburones y lo hacen de forma súbita, lo cual se convierte en una constante. Los tiburones están bien utilizados a través de la película presentando un peligro constante. El diseño de los tiburones albinos es aterrador, pero claramente son creados utilizando CGI y en muchas escenas no lucen tan bien como deberían. El peligro y la expectativa que causan los tiburones en parte se logra por la forma en que se utilizan mucho las tomas cercanas a las protagonistas, limitando el campo de visión y adentrándose en la sensación de claustrofobia que presenta los estrechos túneles de la cueva y la tensión por la poca visibilidad.

“47 Meters Down: Uncaged” fue mucho más de lo que esperaba. Las actuaciones son decentes, los jump scares y las escenas de los ataques de los tiburones son efectivos y mantiene la tensión alta en todo momento. Claro, se podría argumentar sobre su guion simple y vago desarrollo de los personajes, pero no creo que sea algo necesario para lo que este tipo de películas propone. He visto que ha recibido mucha crítica negativa, y realmente no entiendo por qué ni qué tipo de película estas personas esperaban ver. “47 Meters Down: Uncaged” propone una idea simple que resulta ser más efectiva que su predecesora y en una excelente película de tiburones que te mantendrá al borde de tu asiento.




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