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sábado, 1 de junio de 2019

Reseña: Brightburn

Director: David Yarovesky
Guion: Brian Gunn y Mark Gunn
Año: 2019

Sinopsis: Un niño de otro planeta llega hasta la Tierra, donde una pareja lo adopta como su hijo. Una vez alcanza la adolescencia, este comienza a descubrir sus poderes y comprende que su misión en la Tierra no es salvar a la humanidad, sino que, todo lo contrario.

Con la ola… quiero decir, con el tsunami de películas de superhéroes que hemos tenido en los últimos años, era cuestión de tiempo a que comenzaran a percolar al cine de horror. "Brightburn" es una historia inspirada en el popular superhéroe Superman, pero con un giro oscuro a la historia tantas veces contada.

La historia va de una pareja que por mucho tiempo intentan tener hijos sin mucho éxito hasta que un día cae una nave del cielo en la cual encuentran a un niño. Kyle y Tori cuidan del niño como si fuera suyo, hasta que un buen día este decide descargar una furia que nadie sabe cómo apareció en la humanidad. Ya saben, problema de la adolescencia y los cambios hormonales pueden suprimir nuestro Clark Kent para que aparezca el Bizarro que vive en nosotros.

La primera mitad de la película se dedica a trabajar las relaciones de nuestro pequeño Clark Kent, Brandon, con las personas que le rodean. Vemos como Kyle y Tori lo tratan como su hijo y hay una buena y bonita relación entre ellos. Por otra parte, vemos como Brandon tiene problemas para encajar en la escuela y es víctima de bullying. Entrelazado a este desarrollo es cuando Brandon comienza a descubrir los poderes que habitan en él. Una vez Brandon se harta de ser víctima de bullying decide usar sus poderes y el psicópata que vive en él para hacerle daño a todo el que le venga en gana, y es este el mayor problema de la película.

No hay nada en la película que justifique este abrupto cambio de comportamiento de Brandon. Claro, era víctima de bullying, pero nada de lo que se presenta como actos de acoso justifica el que se convierta en un súper poderoso psicópata. También hay que considerar que Brandon es de otro planeta y las fuerzas que lo llaman pueden ser la causa de este cambio, pero esto no se desarrolla y queda a la especulación. Él y sus padres se presentan como una bonita y unida familia, lo cual tiene sus implicaciones emocionales una vez Brandon se revela, pero perjudica el poder entender el porqué de su cambio.

Mientras que la mayoría del elenco hace un buen trabajo, en particular David Denman ("The Office") y Elizabeth Banks ("The Hunger Games") como los padres Kyle y Tori, el personaje de Brandon es sumamente frustrante. Más allá de los problemas con el desarrollo en el guion de Brian y Mark Gunn ("Journey 2: The Mysterious Island"), Brandon, interpretado por Jackson A. Dunn (“Avengers: Endgame”) tiene el carisma de un papel en blanco. Al parecer, algo que buscaba el novato director David Yarovesky ("The Hive"), es que el lenguaje corporal y expresiones de Brandon fueran inexistentes y logra que cuando más amenazante se ve es con una máscara en su rostro. Esto termina por ser determinante en cómo el espectador recibe la caótica metamorfosis de un adorable niño en un sangriento supervillano.

Una vez nuestro supervillano comienza su devastación, la película se vuelve inesperadamente gráfica y violenta. Mientras que la primera mitad hace uso de jump scares no muy efectivos, la segunda mitad se vuelve oscura y gráfica. Los efectos prácticos y digitales están impresionantemente bien utilizados y resultan en imágenes impactantes. Cabe destacar que esta película no tuvo un presupuesto muy amplio, por lo que la calidad visual con la que se presentan estas escenas tiene aún más mérito.

Aunque me hubiese gustado que se exploraran algunos otros aspectos de la historia de este personaje basado en uno de los superhéroes más populares que existe, tengo que decir que disfruté “Brightburn”. Me gustó mucho ese tono oscuro y sangriento que raras veces vemos en un superhéroe o supervillano y el que se aprovechara la popularidad de las películas de superhéroes para explorar estos personajes en un terreno atípico. De no haber dejado tan superficiales algunos puntos en el desarrollo de la trama, esta sería una película icónica en el género del cine de horror.




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