Reseña: Sea Fever

Director: Neasa Hardiman

Guion: Neasa Hardiman

Año: 2020

El océano es uno de los grandes misterios que continúa atrayendo la atención de los científicos por la gran extensión que aún queda sin ser explorada y los secretos que puede guardar. El cine de horror ha utilizado en muchas ocasiones la extensión y su naturaleza hostil para crear momento de máxima tensión con películas como “47 Meters Down” o “Open Water”, entre muchas otras, y también ha utilizado el desconocimiento por lo que guardan las profundidades del mar para crear visiones escalofriantes, con la más reciente en esta categoría siendo “Underwater”. “Sea Fever” combina el sentido de desolación que significa estar en un lugar tan amplio lejos de la civilización con lo desconocido que puede albergar su vasta extensión.

Una tímida estudiante de ciencias se une a un grupo de pescadores para tomar datos para su investigación. Mientras están en el barco, unos tentáculos se pegan a las paredes y lo estancan en el medio del mar. Una vez libres, se dan cuenta de que su sistema de agua ha sido infectado por unos parásitos y deben buscar la forma de deshacerse de ellos para salvar sus vidas. 

La película comienza introduciendo a Siobhán y enfatizando en su obsesión por el trabajo y sus pobres destrezas sociales. Aquí conocemos que su trabajo investigativo es relacionado a la vida marina y que estará a bordo de un barco pescador para tomar datos. En poco tiempo Siobhán se encuentra dentro del bote y zarpamos con ella a mar abierto donde se desenvuelve el resto de la película.

La personalidad de Siobhán rápidamente sale a relucir y se muestran las dificultades que tiene para asociarse con el resto de la tripulación. Poco a poco somos testigos de cómo su entorno cambia su carácter y logra darse la oportunidad de interactuar con el resto de la tripulación y cómo se convierte de una joven tímida en un líder. La actuación de la protagonista Hermione Corfield (“Star Wars Episode VIII - The Last Jedi”) es clave en demostrar este cambio y en que el espectador se interese por ella.

“Sea Fever” es una película que depende de las actuaciones, trama y cinematografía para crear suspenso y atraer interés y en todo esto se crece. Aparte de Corfield, el resto del elenco que comparte el espacio del barco con ella hace un trabajo excepcional creando una química en el grupo de pescadores que jamás dudarías de la relación que existe entre ellos. De igual forma la directora y escritora Neasa Hardiman utiliza la cinematografía para crear la sensación de claustrofobia y recordarte lo desolado que puede ser el mar abierto.

Hardiman, aunque en esencia presenta una película de criatura, se apoya en la idea de estar siendo acosados por una criatura, pero todo el suspenso y el movimiento de la trama se da por las actuaciones y el drama que se desata entre los personajes. La criatura si tiene sus oportunas apariciones y los visuales son impresionantes, pero no es el centro del problema, solo el catalítico que pone en movimiento las acciones de los personajes buscando escapar y evitar ser infectados por el parásito que transmite esta criatura. Dentro del barco son los tripulantes los que comienzan a crear situaciones precarias influenciados por el parásito, y aquí aprovecho para dejar mi única crítica negativa hacia la película, y es que todos los que se infectan por el parásito tienen síntomas y reacciones distintos, pero esto queda falto de explicación.

“Sea Fever” es en esencia una película de criatura pero que la mayor parte de la trama se desarrolla por los personajes dentro del barco y no tanto por la criatura. El tema de ser infectados por un parásito y conversaciones sobre estar en cuarentena y tomar responsabilidad para evitar infectar a otros resulta inesperadamente pertinente por la situación global que se vive en estos tiempos con la pandemia a causa del COVID-19. La bien pensada cinematografía y las excelentes actuaciones son el motor que mueve la trama impulsados por la imponente presencia de una majestuosa criatura cuyos visuales son utilizados con moderación, pero de forma oportuna.